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SANDÓ

Sandó, tradición y vanguardia

En tiempos de desaguisados para muchos restaurantes, a los que les resulta insalvable el escalón de la crisis, nace uno en pleno corazón de Madrid, a pocos metros de la Gran Vía: Sandó. El suyo es un acto de valentía justificado, porque el local es un monumento a la buena cocina y a la elegancia. Practica la idea de servir recetas tradicionales preparadas con un giro vanguardista.

En Sandó, más de treinta platos con carácter, basados en las recetas de siempre pero con el sello de las tendencias culinarias más modernas (de hoy, de mañana y hasta de pasado mañana), se te insinuarán desde la carta, presidida por estas especialidades: anchoas del Cantábrico en aceite de oliva virgen y cebolleta asada con salsa romesco; berenjena braseada con milhojas de foie micuit; pulpo braseado con emulsión de pimientos del piquillo; chipirones a la plancha en cama de espinacas en su tinta y polvo de quicos; lomo de lubina confitada con cebolleta y salsa tártara; secreto de ibérico sobre confitado de mango y tomate y crujiente de parmesano.

La oferta de repostería enloquecerá a los golosos, y a los que no lo son. En ella se encuentran manjares como unas torrijas caseras con natillas o tocinillos de cielo con salsa de chocolate. Y que corran ríos de vino: Sandó dispone de una bodega con cerca de sesenta referencias.  

Firma los platos el chef Antonio Hoyas, que está a los mandos de una equipada cocina de la casa García Casademont, una de las empresas más innovadoras del sector, organizadora de algunas de las mejores cocinas de España y Francia, muchas de ellas galardonadas con estrellas Michelin.

Pero no sólo el estómago saldrá agradecido de Sandó, también la vista: la decoración, a cuyo cargo está la arquitecta de interiores Aurora Monasterio, es elegante y sofisticada; los materiales, colores e iluminación se han escogido cuidadosamente para obtener un ambiente relajado y acogedor. El local dispone de varias zonas diferenciadas: el salón Tragaluz en la planta baja, que puede acoger celebraciones de grupo; la zona principal situada en la planta de la calle, a la que puede accederse desde la plaza de Santo Domingo y desde la calle Isabel la Católica; y suspendido en el aire entre una y otra planta, un cubo completamente acristalado, acondicionado para disfrutar de una comida original.

No hay mucho que objetar a los precios de este restaurante: el coste medio es de 40 euros, sin bebida. Aquí, en la página web del restaurante, se pueden consultar y reservar mesa.

Que Tsao Chun (dios de la cocina) bendiga al recién nacido Sandó.

Restaurante Sandó / Plaza Santo Domingo, 13 -  Isabel la Católica, 2-4 /  91 547 99 11 / Abierto de domingo a jueves de las 13.30h a las 23h y hasta las 24h los viernes y los sábados / Más información aquí.

 

Sandó, tradición y vanguardia