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Sidonie

Sidonie
Fin de fiesta

El 15 de diciembre Sidonie concluyeron en La Riviera de Madrid la gira de su sexto y más reciente álbum, El fluido García (2011). En ella el trío catalán no solo se ha enfrentado a la dificultad de levantar conciertos en medio de una crisis, también al riesgo de presentar un disco de sonido oscuro, que se aleja del estilo popero de su exitoso trabajo anterior, El Incendio (2009). “Al seguidor de Sidonie no le sorprenden los cambios. La gira ha ido muy bien”, dicen.

Aunque este alejamiento es, a la vez, un acercamiento, una vuelta al sonido psicodélico que caracterizaba a la banda (que componen Marc, Axel y Jes) en sus orígenes, y del que empezó a desprenderse con Costa Azul (2007). “Pero El Fluido García sí es único porque es el más áspero de todos los álbumes de nuestra discografía y ha sido el primero que grabamos en directo”, puntualizan. El propio título del álbum evoca experimentación e innovación, ya que se debe a la novela El Anacronópete, una historia de ciencia ficción que publicó en 1881 Enrique Gaspar y Rimbau, adelantándose ocho años a H.G.Wells a la hora de hablar de la máquina del tiempo. “Somos El Fluido García”, gritó Marc antes de que el trabajo saliese al mercado, en su actuación de 2011 en el Festival Low Cost de Benidorm, haciendo saltar las alarmas ante una posible reformulación del grupo y su nombre. “No ha sido tan radical. Solo queremos dar pasos, estar en constante evolución, hacer cosas nuevas. Por ejemplo, al grabar El Fluido…, el tema El aullido lo llevamos al estudio prácticamente sin haberlo ensayado, para dejar que fluyera la improvisación”. Es una dinámica que resulta. Las cifras cantan: saldan la gira que ahora culminan con nada menos que 80 conciertos en algo más de 12 meses. ¿El secreto del éxito? Imprescindible, canciones que enganchen. “Los motivos por los que funcionan los singles son variados. En esta gira nos han pedido mucho Años Luz, no tanto por la letra -porque habla de ciencia ficción- como porque tiene una melodía que ha tocado a la gente. Y también El Bosque, pero porque apela a lo sexual, con un ritmo de guitarra muy sensual, que hace que el público se ponga tontorrón cuando lo tocamos”. También el punto de la gira en el que se encuentre cada concierto es clave para que éste sea triunfal. “Que una gira sea especial depende de cómo vaya rodando. Esta gira empezó a ser muy especial cuando pasamos de hacer conciertos eléctricos al sonido acústico, cuando ya habíamos encontrado la actitud y nos sentíamos cómodos. Recordamos con cariño, por ejemplo, la actuación de Pola de Siero, en Asturias. No solo por nuestro trabajo, también porque estuvimos rodeados de la familia de nuestro compañero David Tajinzo. Terminamos de tocar llorando de emoción. Aunque también nos hemos encontrado situaciones divertidas en sitios más batalleros, donde hemos tenido que luchar absolutamente contra todos los elementos: camerinos diminutos en los que estaban los almacenes en los que se guardaban cajas, lugares en los que hemos tenido que compartir espacio con los camareros que entraban y salían para reponer…”. Al público que presencie el concierto de La Riviera le espera un fin de fiesta por todo lo alto. “Queremos que la gente viva algo único, con proyecciones, juegos de luces y sorpresas”. ¿Y qué hará Sidonie después? ¿Seguirá metamorfoseándose? “Ya veremos. Aún no sabemos si tenemos un nuevo disco. Te percatas de ello cuando ya ha ocurrido, cuando empiezas a escuchar alguna canción que ya tienen Jes o Marc. No cambiaríamos por nada esa sensación tan increíble”.

Texto: Enric Company

Sidonie: fin de fiesta