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El Duende nº 132: Un sitio en el mundo

Quizá el turismo está sobrevalorado, pero viajar es una buena manera de aprender de otras culturas y países. No es lo mismo hacer las maletas por elección propia que por imposición, ya sea de los mercados o de la situación política de un país. Hay ciudadanos del mundo a los que su profesión les ayuda a cambiar de lugar de residencia. A otros no les queda otra, si lo que desean es trabajar en una disciplina que en su país es maltratada o no tiene las mismas posibilidades de proyección y subsistencia. También hay quien huye porque en su tierra no puede ni opinar sin ser encarcelado o, sencillamente, porque no tiene ni presente ni futuro.

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El Duende nº 132: Un sitio en el mundo