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Rafael Lozano-Hemmer: Los signos de la vida

 
El arte siempre ha querido ser partícipe de los avances que se producían en la sociedad, incorporando poco a poco nuevas tecnologías que para el resto de disciplinas se iban convirtiendo en herramientas cotidianas. Pensemos en el nacimiento de la fotografía o el cinematógrafo, o en la utilización de materiales, colores y texturas nuevas fruto de la experimentación. La tecnología es un tema fundamental para la existencia humana; cómo se va a quedar el arte al margen de esto cuando es una de las principales vías de expresión del hombre desde hace siglos, el arte debe abarcar los temas fundamentales de nuestra existencia como reflejo de ella. Es algo inevitable.
 
Éstos son gran parte de los principios que sigue Rafael Lozano-Hemmer, artista electrónico nacido en México y residente entre Canadá y España, que desarrolla instalaciones interactivas en las que saca partido a la tecnología que usamos todos los días, pero les agrega el elemento artístico, a la vez que nos hace pensar y percibir de manera diferente la realidad. Su vocación experimental de diplomado en física y química tiene como resultado complejos proyectos de gran riqueza conceptual y estética, en los que explora las diferentes maneras de interrelación hombre-máquina, constituyendo ésta la base de su creación en obras que podemos encontrar en colecciones como la del MOMA o la TATE, además de ser uno de los creadores del certamen VIDA que tantos aplausos ha conseguido tanto de crítica como de público, y que ha hecho de la experiencia artístico-tecnológica algo habitual.
Frente a otros creadores que también se basan en el uso tecnológico, que simplemente sitúan al espectador enfrente de la máquina, Lozano-Hemmer busca la interrelación como seña de identidad en el llamado media art, pero no sólo como una herramienta, si no como parte del propio mensaje de la obra, aportando contenidos que sin esa interacción no existirían. La máquina detecta la presencia humana, sigue sus movimientos, los captura y analiza, registra sus signos vitales. Y es que ya lo decía Duchamp, la obra no se completa hasta que no es contemplada por el espectador, necesita de él para existir.
La exposición Abstracción biométrica que podemos ver en Espacio Telefónica, incluye obras que trabajan recabando datos de los visitantes como su ritmo cardiaco, su respiración o sus huellas dactilares, dando lugar a impresionantes obras que dialogan con el espectador desde la pantalla. Y es que constantemente lanzamos datos sobre nosotros, casi todas nuestras comunicaciones están definidas por algoritmos, no hay ningún aspecto de nuestra vida cotidiana que no se vea afectado por las tecnologías. Las redes sociales, los teléfonos móviles, las tarjetas de crédito. Y el arte se debe nutrir y sacar partido de todo esto.
 
Texto: Beatriz G. Corredera
 
Rafael Lozano-Hemmer. Abstracción Biométrica. Del 14 de mayo al 12 de octubre.
Espacio Fundación Telefónica. C/ Fuencarral, 3.  espacio.fundaciontelefonica.com

Rafael Lozano-Hemmer: Los signos de la vida