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DJ GUFI 
El testigo del flamenco jazz   
 
Por Paloma F. Fidalgo    
 
Gufi, una de las firmas más auténticas de la prensa musical en España y que sobre todo da voz a la fusión, lo hace justo en las horas más bajas del Colegio Mayor San Juan Evangelista, el Johnny para la afición, hoy tomado por los okupas pero que en los años ochenta, un grupo de estudiantes entre los que él se contaba, convirtió en referente mundial del jazz. 'Estoy estupefacto. El último que tuvo el mando lo dejó morir conscientemente', asegura.
 
En estas flamantes memorias, 'he querido hablar de las músicas que me condujeron al flamenco. Ahora que la prensa está tan muerta y a los periodistas nos matan de hambre, ya no me interesan las súper entrevistas, sino descubrir músicas y encontrar a músicos con biografías chulas'. Uno de sus descubrimientos más recientes ha sido 'Rycardo Moreno, a través de quien conocí a Tomás de Perrota, a quien he visto con Israel Galván, que me recuerda a Thelonius Monk por la forma en que aquel pianista deconstruyó la historia del jazz. Estas conexiones me marcan el camino'.  
 
Gufi se enganchó al jazz antes que al flamenco. 'Viajé a París en 1981 para contactar con Memphis Slim y pedirle que actuase en el Johnny. En el viaje, me encontré con Jorge Pardo, que había ido allí a tocar con Chet Baker, aunque como a Baker le dio un pasote, tocó con el pianista brasileño Wagner Tiso. Y de lo que hablaba con él era de Paco de Lucía. En el camino de vuelta, me encontré con Enrique Morente'.
 
Había saltado la chispa. Poco después se estrenaría como periodista musical, previa treta con 'mi compadre Chema García Martínez. Queríamos entrar gratis a los conciertos, así que nos inventamos una revista de jazz que nunca sali'. La primera crítica fue para Informaciones. 'El día que Jack DeJohnette presentaba su Special Edition con David Murray, disco que por cierto es fantástico, llamé a la redacción, y pregunté si tenían cubierto el concierto de ese día. Dijeron que no. Y coló'.
 
Hoy, firma de cabecera para muchos, desde El Mundo, la revista Tiempo o Gladys Palmera, enarbola una cruzada personal a favor del jazz flamenco. 'Seguramente, ahora mismo Madrid puede competir con cualquier ciudad del mundo. ¿Y qué tiene Madrid que no tienen otras ciudades? Flamenco. Tenemos uno de los mejores géneros musicales del mundo, y no somos conscientes de ello'.
 
Y un crítico musical, ¿atesora amigos entre los músicos? 'Yo no los he tenido, aunque me honra saber que Buika se alegra de verme porque aposté por ella en El Mundo en sus inicios. Lo que no creo es que los músicos deban pagar peajes con los críticos'.
 
Por cierto, ¿el jazz recibe suficiente apoyo institucional? 'No. ¿Por qué se da más importancia a la música del siglo XVIII o XIX que a la del XXI? Encima, los auditorios están construidos con los códigos de la música de siglos pasados, y es ridículo meter ahí a un músico de jazz o de fl amenco. Y para colmo, los clubes de música en directo están penalizados por todas las administraciones, nadie protege a la música en directo, y donde nacen las grandes cosas, es en los locales pequeños'.    
 
Discos recomendados
Entre muchos otros, 'el primero de Chano Domínguez, que incluye una versión de Well you needn’t de Thelonius Monk con unos pies (un zapateado) del bailaor Joaquín Grilo como si un instrumento de percusión se tratasen. O 'Veloz hacia su sino', de Jorge Pardo. Aunque el problema de los discos de jazz es que son un proceso, el jazz es el arte de la improvisación. Cuando Jerry González llegó a Madrid tras la peli de Trueba, en dos semanas grabó Jerry González y los piratas del flamenco. Se tiró a la piscina, a ver qué salía. Si lo grabaran hoy, sería diferente'.  
 
Conciertos memorables  
Entre los conciertos míticos que atesora en su memoria, 'el Art Ensemble de Chicago en el Alcalá Palace en el 1980, el de Dexter Gordon en Moralataz o el de Bettye Lavette el pasado 7 de octubre en el Lara'. Y otra ocasión en el Café Central con Juan José González, Pepe 'el Jazzman', 'un personaje del Johnny que me enseñó que el trance flamenco y el jazz son la misma cosa', arrancándose por bulerías. 'Juanjo les daba clases de flamenco a músicos foráneos que venían al Johnny, como Bobby McFerrin. Ha hecho más por el flamenco que muchos ministerios'.
 

Dj Gufy. El testigo del flamenco jazz