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IKB 191

En busca de la joya perdida

Por Victoria Bravo Suárez

Carlos López ha hecho de sus grandes pasiones, viajar y descubrir antigüedades, su profesión. Recorre el mundo en busca de las piezas decorativas más originales y exclusivas que expone después en su espacio, IKB 191 (International Klein Blue), situado en el barrio de La Latina. Este proyecto tiene, aproximadamente, un par de años de vida, aunque Carlos lleva una entera en este mundo y quince con L.A. Studio, otro proyecto de decoración en Madrid.

Comenzamos hablando de tus múltiples viajes. ¿Qué fue lo que despertó en ti las ganas de buscar piezas exclusivas por el mundo? Viajar me ha gustado siempre y me ha permitido captar la tendencia mucho antes de que llegara a nuestro país. Más tarde, cuando las cadenas empezaron a renovar su estética -aunque terminaron por hacerlas todas iguales-, decidimos ofrecer piezas únicas con carácter para conseguir diferenciarnos.

¿Cuentas con acompañante en estas exploraciones o los haces tú solo? Normalmente viajo con mi director de arte. Compramos por amor cada una de las piezas sin olvidar que 'compramos nosotros, pero no compramos para nosotros'.

¿Cómo te organizas estas búsquedas? Después de muchos años trabajando en el sector he conseguido reunir una serie de dealers y distribuidores que me pasan periódicamente las piezas que han adquirido. También rastreamos las subastas, ferias y otros showrooms.

¿Cuáles son los países dónde encuentras 'joyas' con más facilidad? Principalmente en Francia, Italia, Bélgica, Alemania y el norte de Europa. Cada país tiene un estilo, con un uso de materiales y líneas concretas que las definen. Dependiendo de lo que estemos buscando recorremos un país u otro.

¿La pieza que más se te ha resistido? Aquellas cuya cotización internacional es elevada y por las que tienes que competir con compradores de todo el mundo. Los americanos y británicos pueden pujar más que nosotros y el consumidor medio de estos países paga más también.

¿Y alguna a la que le tengas echado el ojo y que nos puedas confesar? Adoro el 70 italiano con sus piezas marcadas y personales que no pasan desapercibidas.

Imagino que recordarás algún momento cómico que hayas vivido en tus numerosos viajes... Lo más divertido surge siempre en las subastas, cuando sin saber por qué, acabas picándote y pagando más de lo que te habías propuesto, simplemente por 'ganar'.

Todos estos viajes tienen otro fin importante, que es conseguir un público que se haga con las joyas que buscas, ¿cuál es el perfil de tus clientes?Principalmente son jóvenes y amantes de la estética que consumen revistas de decoración y que quieren que sus casas tengan un carácter diferenciador y personal.

¿Cuál es el porcentaje aproximado de los fijos? Diría que un 50%. Nos visitan periódicamente sabedores de que prácticamente todas las semanas tenemos piezas nuevas. Al final muchos de estos clientes fieles terminan por ser amigos, o al menos 'de la casa', como nos gusta decir a nosotros.

Buscar piezas imposibles. IKB 191