Por Inma Flor · Foto Alberto Saguar 

 

El aperitivo con Vermut Yzaguirre de esta edición lo tomamos con la actriz Ruth Díaz.

 

En una tarde madrileña, bastante más tranquila y risueña que la de la película que tanta proyección le ha dado, Tarde para la ira. Este ha sido el punch mediático que necesitaba su carrera como actriz. Gracias a la llamada de Raúl Arévalo en su exitoso debut tras las cámaras, Ruth Díaz (Santander, 1975) ha conseguido salir del banquillo y convertirse en titular tras años de trabajo donde estudió guion “como forma de seguir creando sin depender de la llamada de nadie”, y realizó su propio corto como directora, Porsiemprejamón.

 

No en vano, Tarde para la ira se ha llevado el Premio a Mejor Película, Mejor Dirección Novel y Mejor Guion Original en la última edición de los Goya. Y aunque la santanderina, nominada a Mejor Actriz Revelación, no se ha hecho con la ansiada estatuilla, no se va ni mucho menos de vacío: Premio a Mejor Actriz de Reparto en los Feroz; y al de Mejor Actriz en Horizontes, la sección paralela del Festival de Venecia o al de Mejor Actriz en FICAL, entre otros. “El premio es todo esto que me está pasando, que se haya visto mi trabajo, que Raúl me haya dado este papel, que haya un reconocimiento. Yo así ya me siento premiada”, nos comenta Ruth.  

 

En los últimos meses, además, han llamado a su puerta proyectos tan interesantes como Pasaje al amanecer, el largometraje del director y actor Andreu Castro, que se estrena en abril, y Demonios, una obra de teatro dirigida por Julián Fuertes Reta (director de la sobresaliente Cuando deje de llover) que podemos ver hasta el 19 de marzo en la Sala Galileo. 

 

¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar con Raúl Arévalo? Arévalo me llamó en enero de 2015 y me dijo que tenía un proyecto, que ya lo iba a levantar, que llevaba siete años sin ver la cara de su personaje y que era yo. Me puse a llorar, porque era un momento en el que yo casi no estaba trabajando, por la maternidad, por la crisis… Hay muy poca producción en cine para todos los que somos. Era como el cuento de la Cenicienta: te vienen con el zapatito de cristal y te dicen que es tuyo. Luego leí el guion y el personaje, y pensé: ¡qué maravilla! 

 

En abril se estrena Pasaje al amanecer del director Andreu Castro con Lola Herrera, Elvira Mínguez y Nicolás Coronado como compañeros de reparto. ¿Cómo ha sido esta experiencia? La rodamos con una sola cámara y, a veces, a toma por secuencia. No tiene nada que ver con la de Raúl, es una peli con menos recursos y más costumbrista e intimista. Cuenta la historia de un fotoperiodista que le dice a su familia que se quiere ir a Irak a cubrir la guerra y cómo, de repente, todos los problemas soterrados empiezan a aflorar como una especie de catalizador. Pero ahí está, y es una peli bonita. 

 

Julián Fuentes Reta nos asombró con su anterior montaje teatral, Cuando deje de llover. ¿De qué nos habla ahora en Demonios? Demonios es una historia de cuatro personajes donde su autor, Lars Norén, dibuja la naturaleza más destructiva de nuestra sociedad. Hay parejas que son tóxicas, que tienen un enganche de amor-odio, como la de Frank y Katarina. Luego está la otra pareja, Jenna y Tomássean, que son más o menos una pareja tradicional en la que parece que todo funciona bien. Va un poco de eso y de enfrentar lo social y el instinto animal que tenemos. Es un texto muy salvaje y la apuesta de Julián es más salvaje todavía. Llega un momento en el que los personajes se comportan como animales. 

 

Te hemos visto en la comedia El calentito, pero también en un thriller como Aparecidos y en el drama Tarde para la ira. ¿En qué registro te sientes más cómoda? Me suelen llamar para personajes dramáticos y profundos. Y, aunque a mí me gusta la comedia, no me dan la oportunidad de hacer muchas. 

 

¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de tu profesión? Lo más fácil es mi trabajo, lo que es interpretar y que me lleguen personajes en los que pueda desarrollar mi creatividad. Eso me encanta. Lo más complicado es que, a veces, tienes momentos de visibilidad y no tienes tiempo para ti.   

Vermut Yzaguirre, elaborado en sus bodegas de El Morell, entre Reus y Tarragona, desde 1884, te ofrece ocho variedades selectas a partir de métodos artesanales y una fórmula exclusiva que le ha llevado a comercializarse en 35 países de todo el mundo. Una bebida que está en alza y se ha afianzado en nuestra oferta gastronómica a la hora del aperitivo.

 

La calidad y prestigio de los productos gourmet congelados del guipuzcoano Senén González, elaborados con ingredientes 100% naturales y de manera 100% artesanal, propiciaron que Yzaguirre escogiese su plato estrella, la tortilla, como aliado perfecto para el aperitivo en todos los eventos que organizan en España. Y precisamente en ellos; por ejemplo, en cada convocatoria de Mercado de Motores (el segundo fin de semana de cada mes), o en las rutas que suele organizar Yzaguirre por toda España, verás las ilustraciones que ha realizado   Elena Pancorbo para comunicar el "alma" de la marca.