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Dos bestias sobre el escenarios

Por Rubén Arribas

Siempre que voy al teatro, me surge la misma duda. Si sería mejor escribir la crítica nada más salir de la función con las emociones aun dentro de escena o por el contrario es más conveniente hacerlo en frio, tras haber pasado por el dulce filtro de la almohada. En esta ocasión, tras salir de ver 'Escenas de la Vida Conyugal' de los Teatros del Canal, opté por lo segundo. Y aun así puedo decir que mantengo la agradable sensación del éxtasis y el entusiasmo de poder haber visto a la bestia escénica que es Ricardo Darín; cuya versatilidad y naturalidad te pueden llevar a engaño y a pensar que lo suyo entra dentro de lo normal en un escenario.

En esta ocasión Darín está muy bien escoltado por Andrea Pietra, que lejos de intentar llevar a cabo un duelo (o suicidio) escénico arropa muy acertadamente a su marido en la ficción, un hombre que se va transformando según avanza la obra en un personaje radicalmente diferente. Es verdad que se nota que es una función muy rodada, que ya triunfó en Madrid el año pasado, pero también lo es que esta obra de Ingmar Bergman dirigida por Norma Aleandro debería ser de asistencia obligatoria e incluso una función que se puede revisitar dado el gran trabajo actoral y la buena, austera y certera, dirección con el que nos deleita. Una obra sobre la decadencia de un matrimonio que a nadie dejará indiferente, porque todos en algún momento sentirán el veneno corriendo por sus propias venas.

Escenas de la vida conyugal · Teatros del Canal · De miércoles a domingo

Dos bestias sobre el escenario