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Yolanda García Serrano, Las olvidadas

Por Raúl Losanez

Ni siquiera la dramaturga y directora Yolanda García Serrano sabía nada sobre Halma Angélico, según reconoce ella misma, antes de embarcarse en este proyecto a instancias del Centro Dramático Nacional.

Halma, que así se llama la obra que ha escrito a raíz de ese encargo, y que ella misma va a dirigir en la sala El Mirlo Blanco del Teatro Valle-Inclán, se inscribe dentro de un ciclo de reciente creación en el CDN, llamado En letra grande, que trata de rendir homenaje y dar visibilidad a una serie de mujeres que contribuyeron notablemente a la renovación de la escena en España y que, sin embargo, han quedado injustamente sepultadas en el olvido o, cuando menos, relegadas de manera arbitraria a un oscuro rincón del Parnaso.

Autora teatral, narradora y periodista, y bautizada en realidad como Mª Francisca Clar Margarit, Halma Angélico –que es el pseudónimo que adoptó para firmar sus obras-, plasmó en todas sus obras su preocupación por los derechos de las mujeres y fue la única escritora que estrenó una obra durante la Guerra Civil. Aquella pieza de connotaciones políticas, titulada Ak y la humanidad, es precisamente la piedra angular a partir de la cual Yolanda García Serrrano ha escrito Halma. Los protagonistas, inspirados en sendos personajes reales, son Manuel, director y actor principal de aquel montaje de 1938 -al que da vida Enrique Asenjo- y Halma, la autora -interpretada por Ana Villa-, que está recibiendo críticas por la obra y que le plantea a Manuel cancelarla.

  • Halma Agélico en su última obra, plantea que la humanidad no se arregla destruyéndola, sino educándola

¿Por qué has decidido arrancar en este punto histórico tu dramaturgia? Bueno, creo que fue un momento decisivo en su carrera. Ella, hasta ese momento, era muy respetada y admirada por los escritores e intelectuales del momento. Sin embargo, después de estrenar Ak y la humanidaddurante la Guerra Civil, que fue suspendida y retirada muy poco tiempo después, se instala en el silencio y no vuelve a escribir nunca más. A partir de ese momento, irá sumiéndose en un olvido del que aún no ha salido.

Curiosamente, aunque ella era una mujer progresista, la obra fue censurada por la CNT. Sí; es que ella, en esta obra, que es una adaptación de un cuento ruso, plantea que la humanidad no se arregla destruyéndola, sino educándola. La obra tuvo una aceptación estupenda por parte del público, pero fue especialmente criticada por los miembros de la CNT. Halma se había afiliado a este sindicato un tiempo antes. La CNT arremetió contra la obra, pero también contra la persona de Angélico. Reprocharon que una burguesa, como la llamaron, hiciera semejantes críticas a la lucha armada. Después de aquello, con la victoria de Franco, vino el silencio, porque todas sus ideas en favor de la mujer, lógicamente, no tenían ya cabida.

Tu obra puede describirse como un combate dialéctico entre dos personajes y dos posturas, ¿no es así? Sí, y lo que he pretendido es que los dos tengan la misma fuerza y la misma justificación dramática. Yo, como autora, he defendido a los dos. En realidad, son dos personajes que se respetan y se quieren; y creo que, en el fondo, los dos tienen razón.

¿Cómo describirías el legado artístico e intelectual de Halma Angélico? Sobre todo, su obra está centrada en los derechos de la mujer. Y, en ese sentido, creo que es de una enorme modernidad. Yo misma, en el presente, puedo suscribir plenamente su discurso, y creo que cualquier mujer lo haría igualmente.

En el mundo de la creación y la exhibición teatral en el que tú trabajas, ¿sigue siendo necesario esa batalla por la igualdad? ¿Falta mucho por hacer? Bueno, si ves los grandes teatros…, casi todos están dirigidos por hombres. Y en la SGAE, por ejemplo, somos solo un 20% de autoras, frente a un 80% de autores. Creo que, evidentemente, estamos mejor que antes; pero creo también que estamos muy lejos de como deberíamos estar. A mí lo que me gustaría es que no hubiese que hablar de este tema, y que hombres y mujeres estuviesen ocupando determinados puestos y profesiones simplemente por sus talentos.   Halma · Del 19 de febrero al 3 de marzo · Teatro Valle-Inclán.

 

 

Teatro: Yolanda García Serrano, las olvidadas