Komraus, una voz española para una banda londinense
Hace casi una década que la española Sara Rioja se marchó a Londres, “una ciudad donde confluyen muchas nacionalidades y estilos musicales”, explica. Y fue al empaparse de todas ellas como se fraguó su proyecto artístico con el productor Martin Komraus, proyecto que inicialmente se quedó “durmiendo en un cajón”, hasta que hace tres años, la cantante y compositora lo rescató a raíz de un nuevo cruce en su camino, esta vez con el batería Giuseppe Grondona, a quien conoció en la universidad de West London, donde ambos daban clase.
Al trío se unieron otros músicos de proyección internacional, que venían de compartir escenario con nombres de la talla de Eric Clapton, y así nació la banda Komraus, en la que Rioja ejerce de letrista y vocalista, y que el pasado 15 de febrero convirtió en álbum sus primeros pasos en festivales y salas de conciertos, y sus primeros sencillos. “El álbum lo grabamos en una sola toma, para evocar la sensación de música en directo”, cuenta. Su música “incidental, épica” evoca “bandas sonoras” y es rica en “ritmos, dinámicas y cuerdas. Un sonido que va del hip hop al jazz”, y se acerca al estilo de “Lana del Rey, Massive Attack, Shia...”.
El próximo 23 de abril lo harán sonar en concierto en la sala Galileo Galilei de Madrid, incluido su tema más conocido, Untie the ropes, inspirado en el trabajo de la CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), en particular en relación con su labor con los refugiados LGTB, que “no sólo están teniendo que dejar su país, sino que además tienen otro tipo de problemas a los que enfrentarse”. El tema trata “de dar voz a esas personas que han de huir de su propio entorno, de sus seres queridos, para refugiarse en otro lugar. Y al mismo tiempo, nos sirve para pedirles perdón por cualquier prejuicio que hayamos podido expresar en su contra”. Ya el título “se refiere a romper cuerdas y barreras, aquellas que te impiden ser quien eres”. Todas las canciones del nuevo álbum hablan de situaciones cotidianas dándoles “un punto transgresor”, pues en ellas nos vemos abocados a “correr riesgos, romper vínculos, atrevernos a hacer lo prohibido. A dejar volar la fantasía en busca de otros caminos”.
Escenarios tan dispares como el momento en el que “te atreves a ligar en el metro, o ese otro tan actual en el que te involucras políticamente y acaban defraudándote, o cuando te sientes un autómata viviendo en la ciudad”. Rioja quería que esta canción hablara sobre el crecimiento personal de una manera positiva, incluso dándole un barniz de heroicidad. “Creo que los artistas estamos en una posición privilegiada para concienciar, y en este caso, quería llamar la atención sobre las muchas fases por las que pasamos cuando exploramos nuestra identidad”. Ella misma liberó, durante la grabación, lados que desconocía de sí misma, “descubrí mi bisexualidad”.
