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Jerk. Foto: Alain Monot Gisele Vienne. Foto: Patric Chiha

Gisèle Vienne

Escena interactiva

La francesa Gisèle Vienne combina lenguajes escénicos. Aborda temas que remueven al ser humano desde perspectivas novedosas. Desde 2000 ha realizado nueve montajes, cada cual con su idiosincrasia particular. Dramaturga, escenógrafa, directora, artista plástica, marionetista y coreógrafa. Su visión sorprende por su impacto y su carácter agitador.
Dentro del Festival de Otoño la dramaturga presentará Jerk (“tensar” en inglés) en el Teatro Pradillo del 17 al 20 de Noviembre. Jerk es un drama con marionetas y un único actor, basada en una historia real de una serie de asesinatos por un grupo de jóvenes en los Estados Unidos de los 70. El texto es obra del escritor estadounidense Denis Cooper, autor con el que Vienne ya ha colaborado en cuatro montajes. Desde París, la dramaturga nos desveló algunas claves de la obra.

Trabajar con marionetas
“Las marionetas tienen un valor interesante en la toma de distancia con el personaje, son una herramienta clásica que nos ofrece otros posibles, nos abren otras normas. Las marionetas aparecieron para decir cosas que no podían decir los actores. Siempre en la tradición de textos subversivos, violentos. Y el ritmo que nos impone es muy rápido.
Las manos aparecen como una extensión del cuerpo, algo simbólicamente muy consistente. Después, no hay distancia entre el cuerpo de la marioneta y el actor. Las marionetas tienen algo de gracioso, un lado grotesco y divertido. La idea es invitar a los espectadores a adherirse, a sentirse próximos al personaje y a la historia, a inspirar confianza. Las marionetas también tienen algo de inquietante que aparece en la segunda parte de la obra”.

Mezcla de lenguajes teatrales
“Es un espectáculo encadenado de una forma bastante natural, con una serie de signos sobre el escenario. Lo más importante es dejar desarrollar todos los aspectos en el escenario, que constituyen el lenguaje de la escena. En Jerk el texto y el actor tienen el papel principal, y el esquema es más clásico. Creo que es importante jugar con el imaginario y considerar elementos que a menudo son descuidados en el escenario. No hay que subestimar la presencia, la importancia y la fuerza de estos elementos. Me gusta ese intercambio de lenguajes físicos más allá del juego intelectual: hacer dialogar un tipo de expresión más abstracta con una más narrativa.”

Elección del texto de Dennis Cooper
“Era la primera vez que partía de una historia real. Este texto tiene la particularidad de partir de un suceso y de ser narrativo, y me interesaba poner en duda la veracidad de esta narración. Finalmente, en la puesta en escena estamos más en una pura ficción o en una fantasía: en un delirio completo. Los espectadores tienen un sentimiento de veracidad, sin embargo están delante de una ficción total. Esta contradicción era muy interesante para tratar este texto.
Conocí a Cooper por un amigo editor que ha publicado su obra en Francia. Me gustan sus textos extremadamente violentos, con tensiones y contradicciones muy ricas, porque van en relación con los autores que me han influenciado en mi vida: Georges Bataille, Jean Genet o Arthur Rimbaud”

Fantasmas

“Visiblemente los seres humanos tenemos una serie de fantasmas sexuales y violentos, por la repercusión de los sucesos en los medios de comunicación. Son en alguna medida fantasmas perversos. Creo que es más saludable que sea el arte el que trate esos fantasmas y no los medios de comunicación. Que el arte aborde y se enfrente a esos objetos que nos animan, más allá de otros espacios como las ceremonias, los rituales y los deportes”.

Texto: Andrés Castaño
Fotos: (izda) Jonathan Capdevielle en Jerk ©Alain Monot; (drcha) Gisèle Vienne ©Patric Chiha.

Jerk · Teatro Pradillo · Del 17 al 20 de noviembre · Festival de Otoño

 

Gisèle Vienne. Escena interactiva