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Brian Molko. Placebo


2000

El año de Primal Scream

 

Rebobino hasta el FIB Heineken 2000 y sólo recuerdo un artista del cartel: a los Primal Scream de Xtrmntr. Desplegaron un sonido tan sucio, intenso e hipnótico que no creo que se me olvide mientras viva.  Podrían haber estado dos horas tocando Shoot Speed Kill Light y sé que no me habría aburrido. Lo mismo con Kill All Hippies o Swastika eyes. A ratos pensaba que hasta ellos mismos debían de estar sorprendidos por la tormenta de calor que generaban.

Más que una mera suma de estrellas, Primal Scream parecían la legión extranjera o el ejército de Pancho Villa. Sobre el escenario se juntaron los mejores desclasados del rock británico. ¿Qué guitarrista puede compararse a Kevin Shields? El cerebro de My Bloody Valentine se presentó casi tan gordo como Brian Wilson e igualmente expansivo para reinventar la música. Mani, ex Stone Roses,  blandía su bajo como si fuera un látigo. Bobby Gillespie -más espigado, espídico y juvenil que nunca- parecía un Johnny Rotten futurista dibujado por el autor del cómic Akira.

El momento más frustrante llegó cuando el grupo empezaba Higher than the sun y los técnicos del festival decidieron cortarles la corriente para dar paso a Sexy Sadie. De acuerdo, la organización prusiana del FIB Heineken es uno de sus mayores méritos, pero desenchufar a un grupo tan bueno para que toque otro tan medianito fue un bajón festivalero en toda regla. Hay que felicitar a los mallorquines por atreverse a tocar después de aquello.

¿Alguna anécdota de la edición 2000? Recuerdo la rueda de prensa del escritor Michel Houellebecq, viejo verde flirteando con las fibers. Acabó exhibiendo el llavero del hotel y repitiendo en voz alta su número de habitación. Más gracioso aún estaba John Moore (de los cáusticos Black Box Recorder), tan fuera de lugar como un cónsul británico en un remoto pueblo de África. Confirmó lo del sentido del humor inglés con frases como “a este festival hay que venir con ropa interior de amianto” (por el calor, claro).

Miro más rato el póster y las preguntas salen solas: ¿Quién decidiría fichar algo tan flojo como Johnny Marr`s Healers? ¿De verdad Ian Brown es un cabeza de cartel? ¿Se puede programar en el mismo día en un escenario grande a tres grupos tan sosetes como Embrace, Morcheeba y Nada Surf? Fue una edición regulera salvada sobre todo por un concierto memorable. Otra cosa que salta a la vista es que hay mucha chicha que ahora en las carpas electrónicas: dentro del nutritivo menú de 2000 destacaban Richard D. James, u-ZIQ, Andrew Weatherall y Luke Slater, entre otros. ¿Qué pasó con la electrónica en el FIB Heineken?

 

Texto: Víctor Lenore

Fotos: (en esta noticia)  Brian Molko (Placebo) por Archivo Maraworld/Óscar L. Tejeda / (en sumario) Pizzicatofive. Óscar L.Tejeda

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2000. EL año de Primal Scream