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C. Casa; A. Calderón; A. Cazorla; C. López. “El Lago de los Cisnes”. Ballet Ángel Corella Castilla y León.

Ángel Corella

Cuerpo al aire

El movimiento se demuestra bailando, en el caso de Ángel Corella. En sus veinticuatro años de carrera, esta figura internacional de la danza española ha representado todos los roles principales del repertorio clásico y neoclásico y, no sólo ha demostrado superávit de talento, también esa casta  emprendedora de quien parece tener algo ardiendo por dentro.

Su formación comenzó con Ullate. En 1995, oliéndose la tostada de que en España no iba a poder dedicarse a la danza clásica (no había compañías), se plantó en Nueva York, "el gobierno español me daba la espalda", sentenció en la presentación de su último montaje, El lago de los cisnes, que acaba de estar en el Teatro de la Zarzuela, "un teatro ideal para la danza", opina. En Nueva York, Corella no tardó en conquistar la categoría de Bailarín Principal del American Ballet Theatre, y a partir de entonces su fama se catapultó a una velocidad que ya le gustaría alcanzar a Usain Bolt; ha sido estrella invitada del Royal Ballet de Londres y de la Scala de Milán, entre otros. Y atención al capítulo de los premios, porque el bailarín no los gana, los acumula: por ejemplo, tiene el Premio Internacional Benois de la Danse, el Nacional de Danza y, aunque suene a errata, un EMI: "Recibí una mención especial por un DVD de El lago de los cisnes", cuenta. Fue en 2001 cuando puso en marcha una Fundación con su nombre para fomentar la danza clásica y evitar el éxodo de bailarines al extranjero: "Yo he tenido mucha suerte, es hora de darle protagonismo a otros jóvenes", explica. Es el primer paso de un proyecto más ambicioso, la creación de una Residencia Escuela de Danza de categoría profesional: "Queremos que, además de las específicas, incluya la enseñanza obligatoria". La iniciativa se puede interpretar como un salto al vacío si se cree a quien afirma que en España siempre han pintado bastos para la taquilla de la danza clásica, pero Corella se desmarca: "Hay interés por la danza clásica. Y mucha gente que viene a los espectáculos pensando que no le gusta, descubre que lo que no le gustaba era la forma como se bailaba". Y es que su primer mandamiento es no aburrir, potabilizar el ballet para todos los públicos, "adaptándolo a la cultura audiovisual", explica. Sin ir más lejos, el montaje de  El lago de los cisnes que ha bailado en la Zarzuela "tiene un componente audiovisual pensado para hacerlo accesible. A veces, estas representaciones son tan largas que, excepto a los entendidos, aburren".  Lo ha bailado su compañía Corella Ballet Castilla y León, la única de danza clásica que hay en España, que echó a andar en 2008: "Es joven pero no tiene nada que envidiar a compañías internacionales con más trayectoria". Los 51 bailarines que la integran han sido seleccionados en trece países. A Corella lo inundan de orgullo: "A veces, entre cajas, los veo actuar y se me cae la baba. No se merecen estar a mi sombra. Yo me retiraré, no sé cuándo, pero la compañía continuará".

En la imagen: C. Casa; A. Calderón; A. Cazorla; C. López. "El Lago de los Cisnes". Foto: Rosalie O´Connor.

 Ballet Ángel Corella Castilla y León está de gira con "El lago de los cisnes". Ver fechas en su web http://www.angelcorella.org/

Ángel Corella: cuerpo al aire