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Eve Ensler es la autora de Los monólogos de la vagina

Eve Ensler, hablemos de entrepiernas

Si un extraterrestre aterrizara en la tierra, no tardaría nada en oír hablar de Los monólogos de la vagina. Se estrenó en 1998 en el Centro de Arte HERE de Nueva York con un éxito inmediato, se ha traducido a más de cuarenta idiomas, se ha llevado a más de 200 escenarios en casi 120 países, ha recibido el prestigioso Premio Obie de teatro y hasta la HBO la ha mutado en serie. Hasta mediados de octubre podemos seguir viéndola en el Teatro Maravillas de Madrid.

Su autora, la estadounidense Eve Ensler, está encantada de que la palabra vagina se repita tanto y en tantos idiomas: "Significa el inicio de un proceso de ruptura de tabúes y de liberación". Precisamente, su objetivo al escribir el texto fue que dejáramos de mordernos la lengua para hablar de la entrepierna femenina y llamar a capítulo a quienes perpetran o consienten violencia contra la mujer. "Los monólogos de la vagina se basa en decenas de entrevistas que realicé a mujeres de todo el mundo, y aborda temas universales como la sexualidad de las mujeres, y el estigma social que rodea a la violación y el abuso". Al escribirla, no imaginaba que tuviera entre manos la combinación ganadora del éxito en taquilla: "Cuando empecé a representar la obra en 1996, encontraba largas colas de mujeres esperando para hablar conmigo tras cada espectáculo. Muchas esperaban para compartir su historia de abuso y supervivencia. Vi que la obra podía ser un mecanismo para movilizar a la gente para poner fin a la violencia, y junto con un grupo de mujeres en Nueva York, creé V-Day, el movimiento mundial para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas". Dicho esto, no es extraño que la autora vea el teatro como una plataforma para cambiar cosas, y no sólo para contarlas: "Creo que es un lugar con potencial revolucionario. Allí estamos en comunidad, en la oscuridad, escuchando historias que nos afectan y no tienen cabida en la polarizada retórica política". La autora y sus compañeros activistas exprimen ese potencial hasta la incomodidad de ir a dar bofetadas dramatúrgicas a países como el Congo, para protestar por los abusos feminicidas que allí se producen: "Hay un grupo de V- Day en el Congo que ha producido tres veces la obra, y ésta ha influido en el gobierno local, que ha comenzado a tomar medidas para ponerle fin a la violencia contra las mujeres". Por cierto, hablando de representaciones locales, a la autora le gustan tanto o más algunas actrices de estos montajes modestos que las grandes estrellas que han representado su pieza (entre otras, Jane Fonda, Susan Sarandon, Kate Winslet...): "Quienes más me han llegado al corazón han sido mujeres que nunca habían puesto un pie en el escenario. Creo que la obra inspira". Pero Eve Ensler es una autora pródiga en obras excelentes (en las que el feminismo es una constante). Otro ejemplo de su talento, estrenado en España, es The Good Body, que habla de la dependencia que muchas mujeres tienen de la belleza física. ¿Creerá la autora que cada mujer es la directora de su vida o simplemente un títere en manos de otros? "Cada mujer tiene el potencial de ser la dramaturga de su propia vida, pero ella no es el único personaje en la obra. Las mujeres viven en un mundo con medios de comunicación, con una tradición y una cultura y con empresas que tratan de vender belleza en productos, y le dicen a las mujeres que no son lo suficientemente guapas". Otro ejemplo es su reciente publicación I am an Emotional Creature, the Secret Life of Girls Around the World. "Son monólogos sobre adolescentes de todo el mundo, y espero alentar a las mujeres jóvenes a hablar de sus emociones con su auténtica voz. La función comenzará una gira el próximo año. Espero que venga a España". Esperamos.

Los monólogos de la vagina · Teatro Maravillas · Desde el 28 de agosto, ocho únicas semanas.

Foto: Paolo Tagliolini. De izquierda a derecha: Marta Berenguer, Ruth Nuñez y Rebeca Valls.

Eve Ensler, hablemos de entrepiernas