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Un reparto de lujo

Seis de las caras más jóvenes y prometedoras de la escena actual re­interpretan para El Duende a algunos personajes teatrales clásicos que han quedado retratados en una sesión de moda especial para nuestro Libro Rojo de las Artes Escénicas.

Son profesionales de la comedia, el drama o la danza. Octavi Pujades está en gira con Tres (es sólo uno de sus muchos proyectos), Erika Sanz es una de las fundadoras de la compañía de danza solidaria Lokomamia, Manuela Velasco se estrena sobre el escenario con To­dos eran mis hijos; todos tenemos la boca abierta por la interperta­ción de Rubén De Eguía en La vida por delante; Sara Casasnovas es una aclamadísima Electra de Galdós y Víctor Ullate prepara un musi­cal sobre la luna llena. 

 

Erika Sanz

1. Erika Sanz, Julieta Capuleto

Es una de nuestras actrices emergentes más flasheadas, principalmente por sus actuaciones televisivas (en series como Un paso adelante; SMS y Águila roja). Pero también acumula años de experiencia en cortometrajes, en obras teatrales (como Fausto 5.0, de La Fura dels Baus y Sé infiel y no mires con quién) y en espectáculos de danza: ha pertenecido a varias compañías e imparte clases de hip hop y afro. Acaba de co-fundar la compañía Lokomamia. Julieta: "Me hace ilusión, y la versión me encanta". Mundillo: "Suelen encasillarte, si has trabajado como bailarina, parece que ya no puedes hacer otra cosa". Enseñanza: "Me ayuda a no dejarme llevar por la pereza en épocas en que no estoy activa". Técnicas interpretativas: "El teatro es lo más difícil, lo tienes que hacer bien a la primera, y el cine y la televisión no son tan inmediatos". Mantenimiento: "Me gusta cualquier tipo de ejercicio".

Sé infiel y no mires con quién · Teatro Amaya · Hasta el 12 de octubre.

SARA CASASNOVAS

2. Sara Casasnovas, Hamlet

Quizá su cara suene por haberla visto en la tele (en Amar en tiempos revueltos, p. e.), pero en el currículo de Sara Casas­novas hay de todo, como en un surtido de galletas: se formó en clown, danza y cabaret. Ha hecho repicar aplausos en el teatro (con Electra, p. e.). Acaba de rodar su primera película, Arriya. Hamlet: "Hubiese preferido Julieta. Cuando la inter­preté, me dieron el premio FETEGA. Fue la fuerza para que el teatro arraigara en mí. Y si no, a Arlequín". Preferencias: "Prefiero el teatro y el cine a la tele, aunque lo que valoro de cualquier papel que pueda enriquecer. En el teatro resucitas al personaje en cada función, lo haces crecer. Mi película es buena, alternativa". Crisis del teatro: "¿Por qué las salas se están convirtiendo los teatros y los cines en centros comer­ciales? ¿Por qué el Calderón se convirtió en una heladería?". Polifacética: "Si no tienes vida, no puedes rendir vida a un personaje. Cultivar varias facetas te da más posibilidades de mutación del alma. Tengo una forma de trabajar kamikaze, me tiro a la piscina sin haber agua".

 

Manuela Velasco

3. Manuela Velasco, El fantasma de la ópera.

Manuela Velasco no dispara al aire: siendo una niña, debutó en el cine con Almódovar, ha sido presentadora en el po­pular canal 40 Principales, y en 2007, su participación en la película REC le granjeó un premio en Sitges y un Goya. Ahora se estrena en el teatro con Todos eran mis hijos, junto a Carlos Hipólito y Gloria Muñoz. Fantasma de la Ópera: "También me gustaría haberme puesto en la piel de Rosali­na, personaje de Como gustéis (de Shakesperare. La vi en el montaje que The Bridge Project hizo en el Teatro Español y me impresionó. También en cualquier papel escrito por Che­jov". Premios: "Me hace ilusión gustarle a mis compañeros, pero los premios son un reconocimiento puntual". Carlos Hipólito y Gloria Muñoz: "Son tan humildes que no te hacen sentir un novato. Dan tranquilidad". Tea­tro: "Lo que más me gusta es que cada día vas sumando, reinterpretas el papel. Y eso que es la disciplina más dura". Mantenimiento: "Natación y yoga".

Actúa en Todos eran mis hijos. Teatro Español. Hasta el 31 de octubre.

Rubén De Eguía

4. Rubén de Eguía, Arlequín.

Rubén de Eguía es un chico de veintiséis años como cualquier otro, con su Erasmus en Londres y todo. Pero si hablamos de los temas que enredan la cabeza a los jóvenes de hoy -como vocación, estabilidad o solvencia-, nos saca ventaja. Y es que lleva año y medio manteniendo el tipo en el escenario junto a Concha Velasco y a las órdenes de Josep María Pou -director de los teatros Goya de Barcelona y La Latina de Madrid-. Se trata de La vida por delante, el drama de una ex prostituta judía, superviviente de Auschwitz, y Momo, un niño árabe que una compañera de profesión abandonó en su casa trece años atrás. Arlequín: "Si fuera una obra y me preguntaras a quién quiero interpretar, te diría: depende de quién dirija". Éxito: "El público puede llegar pensando cosas como: 'Este chico tiene que estar fantástico'. Estoy convencido de que Pou nos ha dirigido muy bien, y supongo que tengo ventaja porque sorprendo". Trabajar con los grandes: "Sobre todo al principio. Lo que pasa es que las ganas de estar ahí y decir 'eh, que me has escogido para algo y puedo estar a la altura', son más fuertes". Deporte: "Vengo del mundo del deporte, he hecho atletismo, natación... Y me gusta mucho la caña en este sentido. Cuando los profesores de interpretación o Pou me exigen, me pone, a nivel artístico, a nivel intelectual". Futuro: "Me gustaría, y espero que lleguen, pero no tengo prisa. Sé que es una carrera de larga distancia, de fondo".

Actúa en La vida por delante, en el Teatro La Latina de Madrid a partir del 13 de septiembre.

Víctor Ullate

5. Víctor Ullate, Don Juan

Los apellidos Ullate y Roche identifican a galácticos del baile. Víctor Ullate Roche aterrizó en el mundo del espec­táculo en la terminal de la danza, pero lleva algunos años haciendo carrera como actor (y ya se ha llevado algún Max por algunos musicales: Quisiera ser; Te quiero, eres perfecto, ya te cambiaré...). No se ha emancipado del todo del baile, regenta una escuela para bailarines (como ya hizo en la tele­visiva Fama). Tras una incursión en el mundo de la canción con su álbum Can you fell the musical, monta un musical, Lunático. Influencia familiar: "Me crié en teatros. Pronto vi la danza como una forma de expresión". Actor: "Me ha beneficiado ser bailarín, sé manejar mi cuerpo". Manteni­miento: "Corro y hago un arte marcial llamada Kendo". Enseñanza: "Es bonito ver a la gente pelear por un sueño". Preferencias: "Me gustan todos lo medios. Lo malo de la tele es el tiempo de las grabaciones". Lunático: "Una comedia sobre cómo nos influyen que tienen en nosotros las distintas fases de la luna".

 

Octavi Pujades

6. Octavi Pujades, Romeo Montesco

Octavi Pujades sin el teatro es como el rock sin el roll. Esta temporada protagoniza la obra Tres, pero hacía siete años que no subía a un escenario. Su trabajo es archico­nocido, series como Lalola. Recientemente ha entrado al abordaje de la serie Piratas. Romeo: "Me gusta el perso­naje y el autor. No me importaría haber hecho un Tito Andrónico". Regreso al teatro: "Como tenía otros traba­jos, fui aplazando este necesario regreso. Le tengo mucho respeto al teatro, no se pueden disimular los errores. Comparado con el cine y la televisión, es más gratificante, porque cuentas el desarrollo de la historia sin interrupcio­nes, y eso es incomparable". La tele: "Lo bonito es que, al tener una continuidad, puedes hacer crecer al personaje". Comedia: "Si el director y el guión son buenos, me da igual el género. Dicen que la comedia es más difícil, no lo sé. Creo que tiene un tempo muy marcado y hay que cap­tarlo". Mantenimiento: "Hago esgrima, monto a caballo, suelo correr y voy al gimnasio".

Actúa en Tres. Teatro Lara. Del 17 de noviembre al 9 de enero.

Textos: Inés Granha y Ángela Santafé.

Fotos, de arriba abajo: Erika Sanz (por Javier Pérez Pellicer), Sara Casasnovas, Manuela Velasco (por Paco Navarro), Rubén De Eguía, Víctor Ullate y Octavi Pujades.

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