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Maika Makovski

Maika Makowski

Recuerdos tridimensionales

Makovski sueña en claroscuro y viaja allá donde le llevan sus botas. Una nómada que no olvida sus orígenes y lugares especiales y fetiche, desde su habitación en Mallorca, al neoyorquino barrio de Brooklyn, donde residió. Actúa en directo el 12 de abril en Madrid.

Su música bebe mucho del rock tenebroso. Su tercer disco Maika Makovski (2010) fue producido por John Parish, uno de los grandes productores mundiales (PJ Harvey, Eels, Giant Sand). Con su último disco, Thank you for the boots (Universal), presume de riqueza estilística desbordante. Sus canciones nacen en la soledad y ahora discurren por otros caminos. "Yo digo que hago música claroscura", comenta. El piano juega un papel principal en sus composiciones actuales. "Quería dejar los rencores y los malos momentos atrás, hacerles un entierro. Estas botas han caminado por encima de todo durante muchos años, son unas botas físicas que existen y que me regalaron hace trece años. Y son indestructibles. Les ha pasado de todo. Son un símbolo de amistad".

Camina por una senda personal mezclando cabaret, folk, rock incluso algo de world music: "No tengo responsabilidad ni compromiso con raíz alguna". Habla de las canciones como estados de ánimo en los que ha estado. "No pienso nunca en estilos cuando escribo. En Maika Makovski quise escribir canciones que me gustara escuchar. Pero cuando haces eso, pecas de ser demasiado cerebral. Le pones demasiados corsés a cosas que si las dejaras salir serían maravillosas. Ahora he hecho la música que no tenía más remedio que hacer".

Tiene claras sus preferencias: "Le doy más importancia al contenido que a la forma. A la canción antes que a la voz, que está al servicio de lo que quiero decir, va a merced de la canción", asegura. Sus letras buscan lo literario. "Una buena letra tiene que ser tridimensional. Tiene que respirar humanidad. Me quedo con las que tienen veracidad para mí".

Su participación en Desparecer del dramaturgo Calixto Bieito junto a Juan Echanove ha sido todo un éxito. Una auténtica maravilla escénica en la que ella ponía sus manos al piano sobre los poemas de Edgar Allan Poe.

Palmesana de nacimiento, se considera una nómada: ha vivido en Brooklyn y actualmente reside en Barcelona. De los sitios en los que ha vivido le quedan improntas, marcas. "De Mallorca me quedo con la tranquilidad. Cada vez es menos Isla de la Calma pero todavía tengo mis rincones allí. Para mí es la infancia. Cada vez que vuelvo, vuelvo a ser una niña. Me gusta tener contacto con la persona que era. No es retroceder sino tomar conciencia de todas estas cosas. Los pinos mediterráneos y los algarrobos son de mis imágenes fetiches". Y aparecen los lugares con un halo mágico. "Me gusta escribir en Mallorca en una habitación redonda, de techos muy altos y con un punto tenebroso, la reverb es larguísima y el sitio es muy evocador". "El hip-hop me marcó viviendo en Brooklyn, creo que es la música más original hoy en día.  Allí compuse la canción No blood, también es un bar de ese barrio, y esa canción me recuerda y me lleva allí".

Texto: Andrés Castaño

Maika Makovski actúa el 12 de abril en el Ochoymedio Club (Mesoneros Romanos, 13).

Maika Makovski. Recuerdos tridimensionales