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Miró y el objeto

El centro cultural CaixForum Madrid acoge, hasta el 22 de mayo, una amplica exposición sobre el universo artístico del barcelonés Joan Miró (1893-1983) y su atracción sobre los objetos. Algo poseen los objetos que siempre han ejercido una especial atracción para los artistas. Los objets trouvés hallados de forma fortuita que, combinados unos con otros, forman la propia obra de arte como es el caso de Joseph Cornell quien, incluso, realizó películas a partir de fragmentos de celuloide encontrados. O la descontextualización de los mismos, los ready-made, cuyo inspirador fue Marcel Duchamp quien, al exponerlos en una galería de arte, les proporcionó un valor artístico y un nuevo significado. 

CaixaForum Madrid, que ha organizado esta muestra en colaboración con la Fundación Joan Miró, nos acerca el universo del artista barcelonés, uno de esos creadores que vio en el objeto no solo su fuente de inspiración, sino que en él centró su i¡universo artístico, representándolo sobre el lienzo en sus comienzos para después incorporarlos a la propia obra por medio de técnicas como el collage o el assemblage, lo que le llevó más tarde a experimentar con otras disciplinas como la escultura y cerámica.

Una atracción que Miró confiesa a su marchante Pierre Matiste en una carta fechada el 20 de septiembre de 1936: "Me siento atraído por una fuerza magnética hacia un objeto, sin premeditación alguna, luego me siento atraído por otro objeto que, al verse ligado al primero, produce un chque poético, pasando antes por ese flechazo plástico, físico, que hace que la poesía te conmueva realmente y sin el cual no sería eficaz. El puchero o Naturaleza muerta con cuchillo, los tres de 1916 . 

Hasta llegar a uno de sus cuadros cumbres, La masía (1921-22), donde representa una variada galería de utensilios de campo. Su relación con el surralismo, tras conocer a André Breton, supone su progresivo alejamiento de la figuración para encaminarse hacia terrenos más oníricos en los que las formas adquieren una mayor estilización, como ponen en relieve obras como Les Joujoux (1924).

Al mismo tiempo, comienza a experimentar con técnicas como el collage, a concebir una serie de obras, que el propio artista llama antipinturas, con imágenes tachadas o, más tarde, a sus pinturas-objeto, en las que, por medio de la técnica del assemblage, combina objetos encontrados y sobre las que pinta figuras.

A partir de la década de los cuarenta utiliza materiales cada vez más diversos, desde trozos de metal hasta conglomerados de madera, una linea de investigación donde cada vez adquiere una mayor importancia la tridimensionalidad, lo que le llevará a trabajar con la cerámica y la escultura, utilizando otras materias como el hierro o el bronce, obras que, en algunos casos, llega a pintar. 

La muestra, comisariada por William Jeffett y que reúne en CaixaForum Madrid algo más de un centenar de obras, entre pinturas, cerámicas y esculturas realizadas entre 1916 y 1981, no solo proporciona una ocasión idónea para tener una panorámica sobre la evolución de su universo plástico, sino para adentrarse en las diferentes cuestiones que plantea el artista catalán como el papel del objeto en el arte, el carácter objetual de la pintura o los límites del marco. 

Miró y el objeto · Del 10 d febrero al 22 de mayo · CaixaForum Madrid

La poética de las cosas