<
>
 
VETUSTA MORLA
Ahora, siempre
 
Por Javier Agustí · Fotografía: Jerónimo Álvarez
 
La banda madrileña se juntó para tocar por primera vez hace 20 años, casualmente cuando salía a la calle la primera edición de El Duende. Con su nuevo disco bajo el brazo, Mismo sitio, distinto lugar, comienzan una gira que nace en Lima el 1 de marzo y culmina el 30 de junio en el Guggenheim de Bilbao. Su voz cantante, Pucho ejerce, en esta ocasión, de portavoz.  
 
Viajamos 20 años atrás: cierra los ojos y piensa en sensaciones de aquellos días. Ilusión por hacer música juntos, que es la misma que seguimos conservando. Y muchos nervios también antes de nuestro primer concierto en la Casa de la Juventud de Tres Cantos.
 
¿Un buen lugar donde comenzar el 2018? En cualquier isla del Pacífico sur, así empiezas el año de los primeros y encima encontrándote en el paraíso.
 
¿Eres más de verano al sol o de zamarra abrigada y gorro de lana? Yo personalmente soy de los de cuanta menos ropa mejor, así pues, de sol y si aprieta demasiado Lorenzo, a la sombra un poquito no viene mal.
 
El 23 de junio tocáis en la Caja Mágica. ¿La habéis escogido por aforo o por el nombre? Todos los lugares de la gira española de Mismo Sitio, Distinto Lugar, se han elegido porque son lugares que no son auditorios naturales para conciertos de música. Buscábamos esa desubicación porque tiene que ver con el título y todo el concepto del disco.
 
¿Habéis definido el concierto visual y artísticamente? ¿O no planteáis las cosas con antelación alemana? Todavía no tenemos nada definitivo. De enero a febrero y posteriormente abril, son los meses que dedicaremos a ensayar los conciertos y toda su puesta en escena.
 
Os habéis puesto bastante 'marcianos' en los arreglos del disco. Si os ofrezco tres plazas para viajar al espacio (con vuelta).  ¿Quiénes de vosotros se quedan en tierra? Los seis. Embarcaríamos a Campi y a Hector, coproductor y técnico de sonido de Mismo Sitio, Distinto Lugar, respectivamente y a Dave Fridmann, el mezclador del disco, que no sólo es el más marciano de los tres, sino que los ordenadores de su casa están conectados con programas universitarios para captar señales alienígenas.
 
¿Algo que declarar en la aduana al regresar? Un trozo de la bandera estadounidense de la Luna, que debe estar ya como la de la paz.
 
Se acaba de aprobar en Madrid un decreto para que los músicos puedan volver a tocar en la calle sin pasar por un comité examinador. ¿Os animáis? Bien por esa derogación de la ley anterior. Era ridícula e innecesaria. Y lo de tocar, ya lo hemos hecho en alguna ocasión y no nos importaría, no.
 
Sostenibilidad. ¿Es un concepto que tratáis de trasladar a vuestras vidas privadas y a vuestro trabajo? Continuamente, tanto en los productos que sacamos a la venta como en las giras. En los tiempos que corren es algo necesario e imprescindible.
 
¿A qué banda telonearíais? David Bowie forever.
 
De vuestros compañeros de Calendario, ¿con cuáles podéis sentir una mejor conexión? Lois Patiño, por su elegante y sencilla poética del paisaje y sus influencias del plasticismo pictórico. Carlos Vermut, por sus artefactos fílmicos que tan bien renuevan la tradición española desde la posmodernidad. Rufus T. Firefly, por sus directos energizantes y llenos de libertad y psicodelia que tan bien pudimos vivir durante cinco conciertos de nuestra anterior gira en los que nos acompañaron.    
 

Vetusta Morla. Ahora y siempre