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Cuatro paradas que han hecho celebre La Boqueria
 
Por Toni García
Foto: Xavier Torres-Bachetta
 
Dicen que La Boqueria es el mejor mercado del mundo. No solo por los 500 años de historia que arrastra este lugar de culto en el corazón de Las Ramblas (los agoreros dicen que en realidad el mercado se fundó sobre 1780, pero no hay que hacerles caso), ni por el hecho de que si ellos no lo tienen es que no existe, ni siquiera por su papel de catalizador en el boom gastronómico que ha vivido la cocina en las dos últimas décadas. 
 
La Boqueria es el mejor mercado del mundo por aquellos y aquellas que la transitan, los que viven allí seis días a la semana y los que la visitan. Es el lugar favorito de los hermanos Adriá, de los Roca, de Carles Gaig, de Ruscalleda, de Arzak, de Anthony Bourdain o de José Andrés
 
La Boqueria respira gracias a aquellos que han pasado el testigo de la tradición para ofrecer algo único, singular. Algo que nadie más pueda ofrecer. Los Petrás, sin ir más lejos. Especialistas en flores comestibles, setas, verduras exóticas (por desconocidas) y que fueron el primer lugar en España y uno de los primeros de Europa en vender insectos. De los que se comen. Llorenç y Xavier, padre e hijo, manejan la que –seguramente- es la parada más legendaria de todos los mercados de España. ¿Lo mejor? La trufa. ¿Lo peor? El precio (de la trufa).
 
Cerca de sus dominios se encuentra Xavier Frauca, el que probablemente sea el hombre con más huevos de Barcelona. Concretamente, unos cuatro millones. Los que produce su granja en Calaf, una de las más notorias del país, con más de siete mil gallinas en libertad y una materia prima que llena los mejores establecimientos de la capital.
 
A dos pasillos de allí, Francisca y Rosa. Estas dos mujeres de armas tomar, madre e hija, llevan en el mercado desde 1900. Desde que la abuela Sisqueta empezara a vender casquería, a principios del s.XX en la plaza Sant Galdrich. Sus callos son los más famosos de Barcelona y no defraudan nunca. En España es una tradición que se ha ido perdiendo poco a poco, pero en La Boqueria sobrevive gracias al cliente de toda la vida y a la eclosión de dos comunidades que siempre han disfrutado de una cocina muy vinculada a esa parte de los animales: la latina y la africana.
 
Para rematar, Capdevila. Esta es la parada en la que uno puede comprar la caza y la mejor posibilidad de comprar un buen faisán para hacerlo en pepitoria. Los Capdevila regentan una de las paradas más longevas del mercado y una de las más visitadas por los curiosos, especialmente cuando se levantan las vedas y empieza a llegar el género. En muchos aspectos, La Boqueria sigue escenificando la resistencia de la vieja escuela a doblegarse al turismo, la masificación y la rapidez. Por eso la CNN, o Travel & Leisure le otorgaron en 2017 el premio al mejor mercado del mundo.   

Cuatro paradas que han hecho celebre La Boqueria