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Steve McCurry-Pilgrimage

Steve McCurry
El viaje va por dentro

En cierta ocasión, un grande de la fotografía como Henri Cartier-Bresson declaró acerca de sí mismo y de sus compañeros Robert Capa y Brassaï, que fuera lo que fuera lo que ellos habían hecho, Kertész se les había adelantado.

Bresson y el húngaro André Kertész, además del norteamericano de origen ruso Elliot Erwitt, han sido fuentes de inspiración confesadas y siguen provocando la admiración de Steve McCurry, un profesional de la imagen fija nacido en Filadelfia en 1950 y residente en Nueva York, que también fue un adelantado: se adentró en el territorio guerrillero afgano de 1979 y tomó las primeras instantáneas del conflicto. Esta aventura temeraria, de la que regresó con un buen número de carretes ocultos entre su ropa, le valió el reconocimiento en  los foros periodísticos más aristocráticos.
Su último trabajo apunta a la religión budista, recogiendo testimonios de peregrinación por todo el planeta. Pronto se irá a Turquía, y hasta el 30 de junio expone en Madrid, presentando precisamente esas imágenes que muestran “a gente peregrinando por todo el mundo, gente que viaja para llegar a un lugar de devoción, a lugares de peregrinaje”. La exposición estará en Barcelona del 18 de septiembre al 14 de octubre.
Pero empecemos por el principio. Como zahorí que pudiera adelantar su destino, Steve, después del cum laude en la universidad y tras dos años de trabajo en un periódico, marchó hacia Oriente. ¿Qué buscaba el joven McCurry en ese viaje?
Steve McCurry (SM) - Sólo quería viajar, más que nada darme una vuelta y conocer culturas diferentes, ver cómo vivía la gente... Me interesaba viajar y hacer fotos en otros países. Quería trabajar para alguna revista internacional, así que decidí empezar a viajar y hacer fotos.
El Duende (EDM) - Encontraste lo que buscabas?
SM - ¡Sí! Fue algo realmente impresionante, estuve en India, Pakistán, Nepal, Tailandia... Y me pasé dos años haciendo eso, no volví a casa durante dos años, sólo viajando... Fue increíble.
EDM - Licenciado en Historia y Cinematografía por la Escuela de Artes y Arquitectura de la Universidad de Pensilvania, ¿qué pasó para que cambiaras tu interés hacia la fotografía?
SM - Con la fotografía puedes trabajar solo y puedes hacerlo a cualquier hora, en cualquier sitio... el cine es muy caro y complicado, no puedes salir por la puerta y ponerte a trabajar, tienes que planearlo, organizarlo... En la fotografía, con una pequeña cámara puedes literalmente bajar a la calle y empezar a trabajar.
EDM - En la fotografía profesional es casi inevitable la publicidad. ¿Para qué compañía o institución no harías nunca una campaña publicitaria?
SM - Buena pregunta... probablemente algo que tenga que ver con lo militar, me negaría a promocionar la guerra, al ejército, a los militares o al hecho de matar gente. También a promocionar algo que dañe el medioambiente... Pero a lo que me negaría rotundamente es a trabajar con algo que pretendiera darle glamour o un toque romántico al hecho de matar gente.
EDM - Tus imágenes de Marlboro son ya iconos internacionales, ¿tú fumas?
SM - ¡Ja, ja, ja! No, no fumo. ¡Ja, ja!
Él mismo podría haber sido un modelo de sus fotografías para Marlboro Country, con sus mandíbulas fuertes y su barbilla con hollito y todo. Pero cambiemos de tercio. ¿Qué motivación podría tener para cruzar por primera vez la frontera de Afganistán?
SM - La curiosidad.
EDM - ¿No te asustaba la idea, no pensabas que el riesgo era demasiado grande?
SM - Bueno, sí que estaba un poco nervioso... pero decidí aprovechar mi oportunidad. Estaba muy entusiasmado y pensé que era una oportunidad de ver un país, y la guerra civil, y que sería importante hacer esas fotos y contar la historia.
EDM - ¿Ibas armado?
SM - ¡Oh, no!, nunca (sonríe).
EDM - ¿Qué es lo mejor de trabajar para una agencia como Magnum?
SM - Bueno, hay un montón de fotógrafos maravillosos y siempre es interesante compartir puntos de vista, comparar fotografías y colaborar en proyectos de libros, exposiciones...
EDM - ¿Tienes libertad cuando trabajas para una agencia tan grande?
SM - Sí.
En 1984, McCurry publicó en National Geographic el retrato de Sharbat Gula, la jovencísima refugiada afgana de los ojos punzantes y rostro asustado que dio la vuelta al mundo y pasó a la historia. Steve volvió a verla 17 años después, previo envío de una mujer periodista que pudiera entrevistarse con ella y obtener el permiso de los varones de su familia.
SM - Me sentí muy feliz al comprobar que seguía viva. Muy feliz porque teníamos muchos informes que la daban por muerta, fue algo grandioso, una alegría enorme saber que estaba viva y que estaba bien. Por supuesto que no hablaba inglés, pero después de un rato se dio cuenta de que su fotografía era muy famosa y de que de alguna manera representaba al pueblo afgano.
EDM - A ti también te han dado por muerto, dos veces.
SM - Sí, en Afganistán. Una vez la noticia la dio la agencia de noticias francesa AFP, y la otra el Departamento de Estado americano.
EDM - ¿Y cómo fue posible? No podían haberte visto allí muerto.
SM - No, pero recibieron informes de que alguien había sido asesinado y creyeron que era yo.
EDM - ¿En todos tus viajes, cuándo has sentido más de cerca el peligro?
SM - Fue en Eslovenia, casi me mato en un accidente de avioneta (se ríe). Ésa fue la vez que peor lo pasé.
EDM - ¿Me confesarías la fotografía de tus sueños?
SM - Puede que una de los nómadas del Tíbet.
EDM - ¿Cuál es la persona que más te ha impresionado hasta ahora?
SM - Probablemente... el Dalai Lama.

Txt: Por Emilio Gómez

Fotos de Steve McCurry. Exposición “Pilgrimage” . Audi Fórum. C/ Orense, 13. Barcelona: Centro Comercial L‚illa Diagonal. Av. Diagonal, 549. Del 18 de septiembre al 14 de octubre de 2006.

Steve McCurry. El viaje va por dentro