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Tiene derecho a permanecer en silencio, 2005 Alexis Taulé

 

Tres sonilencios y silencios

 

El artista barcelonés Tres crea odas al silencio. Desde un cóctel donde el vino se pide con señas y te comunicas escribiendo en papel a un concierto clásico compuesto por el mar y músicos a los que no oyes, sólo a las olas que les acompañan. Sus próximas acciones podrán verse en el Instituto Cervantes de Pekín o el CaixaForum de Barcelona (abril), También expone en la Galería Charpa de Valencia (febrero) y está desarrollando un proyecto de comisariado para el Espai 13 de la Fundación Miró. Poco ruido y muchas nueces.

¿Obras llenas de silencio es lo mismo que de vacío? Los antiguos maestros chinos decían que en el vacío no cabe ninguna valoración ya que eso sería negar su propio nombre. Georges Bataille dijo del silencio que es la palabra más poética y más perversa que existe, que ella misma es la prueba de su muerte. En términos físicos ambos necesitan ser enmarcados para ser percibidos. En arte el espacio debe ser enmarcado, el silencio, su percepción visual puede tomar forma en las más variadas metáforas y encarnarse en diferentes materiales. La suma de silencios dentro de una misma pieza amplifica la propia resonancia poética de la obra. Aquí, paradójicamente, no funciona la fórmula minimalista "menos es más", sino que los silencios espesos de muchos silencios son los más potentes.

En tus performances ¿La interactividad es clave? En todas mis acciones el silencio es el material utilizado y el objetivo. Los Conciertos para Apagar reclaman del público la entrega sin condiciones de su propio e intransferible silencio con el fin de reunirlo con el de las demás y así crear uno nuevo de muy superior calibre. Una persona me dijo que había tenido la sensación de que había sido ella la que había hecho el concierto.

Además del silencio ¿hay otros elementos constantes? El tiempo, me gusta ajustarme a sus dictados "dictatoriales". El sonido. Se dice que el silencio no existe porque siempre hay algo que oír, pero debería decirse el silencio absoluto no existe, y aún así es discutible, ya que existe para los sordos profundos o de nacimiento, y también en el espacio exterior.

Se relaciona el silencio con la vida interior y el ruido con la exterior. ¿Dónde lo sitúas tú? Me interesan todos los silencios, ya sean positivos o negativos, la paradoja irresoluble que encierran, su polisemia, la libertad que supone como práctica artística. Yo persigo el cambio de paradigma.

En tus obras aparecen Satie, Callas, Cage,... La historia cultural del silencio está repleta de nombres que han aportado pensamientos interesantísimos sobre este concepto. Recurrir a su imagen y obra me permite ejercer cierta vocación divulgativa útil y que apoya muy efectivamente mi trabajo.

¿Cómo sientan los aplausos que celebran tus conciertos de silencio? Me gustan. En el Concierto para Apagar # 9, al anunciar su final, yo esperaba aplausos pero el público me devolvió un silencio mucho más poderoso que el inmediatamente anterior. Fue una de las experiencias más fantásticas que he tenido.

¿Qué es antes, el sonido o el silencio? En el contexto acústico se hace difícil percibir el silencio si no va acompañado y enmarcado por su complementario y opuesto el sonido. El silencio subyace a todos los sonidos.

¿Prevés una nueva edición del festival MUTED? Era el resultado de la superposición de silencios verbales, musicales, visuales y conceptuales y pretendía transformar el espacio donde tenía lugar en un ámbito culturalmente disidente, opuesto a lugares comunes como la palabra, la música amplificada o el bombardeo de imágenes. No lo retomé porque las condiciones económicas eran precarias y exigía un esfuerzo innecesario. No me quiero dedicar a la gestión.

¿Qué presencia tiene el silencio en la sociedad? Sólo hay que observar la presencia de la palabra silencio en la prensa para darse cuenta del variadísimo uso que se le da al término en el lenguaje. En el aspecto comunicativo hay sociedades como la Escandinava o la japonesa que son mucho más silenciosas. En el terreno medioambiental existe mayor conciencia de la contaminación acústica y empieza a reconocerse el silencio como un derecho y como una necesidad.

¿El silencio provoca? Puede significar lo más deseable y lo más execrable. En el proceso comunicativo resulta a menudo ambiguo y eso puede ocasionar malentendidos.

Entiendes el silencio en el arte... como un territorio escasamente explorado sobre el que no hay casi nada escrito y que por tanto otorga una enorme libertad. Oro.

¿Y fuera del arte?... como un hecho físico y espiritual. Como una opción lógica en un mundo poblado por palabras y en el que el ruido, ya sea físico o de la información, lo llena todo.

¿Lo más cerca al silencio que has estado? En el desierto. He visitado en numerosa ocasiones la cámara anecóica. He realizado retiros en el campo, ayunos de palabras durante los que no hablaba.  www.elsilencio.com

Texto: Mónica Caballero

 

Tres sonilencios y silencios