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De  los  fogones al  fuego cruzado
Roberto Martínez
 
Por Victoria Bravo Suárez · Foto de Roberto Martínez para Jook Company 
 
Los aficionados al buen comer están de suerte ya que el viaje que aquí proponemos desde nuestra agencia Viajes Utopía tiene temática gastronómica. 
Roberto Martínez, jefe de cocina del restaurante Kena en Madrid, nos acompaña al espacio VR Gate para descubrir sus primeras impresiones en el mundo virtual y el destino escogido para viajar con Viajes Utopía a través de su experiencia vital en cuatro escalas.
 
De Madrid a Taialà, un barrio a las afueras de Girona, al Celler de Can Roca, donde Roberto realiza sus prácticas pudiendo vivir 'una de las mejores experiencias gastronómicas'. El restaurante, con tres estrellas Michelin, sigue entre los mejores del mundo según The World's 50 Best Restaurants. 
Aquí hay que presentarse puntual, calzando zapatos mejor que zapatillas y aconsejable que sea con el estómago vacío porque se va a comer a conciencia. La locura que impera en su cocina hace que se creen auténticas maravillas como la Ostra al vapor de manzanilla, y es que en este momento están empezando a utilizar la técnica de la cocina del vino a la sala. 
 
Lima. 2011
Lima es una ciudad superpoblada y su tráfico, caótico, pero llegamos a Malabar, el primer destino de Roberto durante su aventura peruana. Su cocina, amazónica, se sirve de productos provenientes de esta monstruosa selva. Entre sus platos más reconocidos están La Canasta de Yuca (yuca, queso de castaña y ají negro), el Pulpo Quemado o la Cecina de Paiche (pez de agua dulce). Avisamos a paladares delicados de que es posible que se les presente sobre el plato algún manjar hecho con cuy (un roedor típico del país). 
 
Dormimos en el barrio de Miraflores, a medio camino entre Malabar y otro restaurante, Maido, en donde Roberto realiza un mes de prácticas, lleva abierto dos años y medio, y su cocinero, Mitsuharu Tsumura, es un fiel defensor de la idea de que, a través de un plato, se puede contar la historia de un país. En este caso probamos la cocina nikkei -peruana con influencias japonesas- y lo hacemos a través de platos como el Tiradito de pez de roca, Anticuchos japoneses (brochetas) o un Ramen super picante. Toda una oportunidad para descubrir 'una de las mejores cocinas nikkei a nivel mundial' según afirma Roberto. Pagaremos en soles, claro, la moneda peruana. 
 
Nakeima y Kena, Madrid. 2012-2016 
Nakeima, nace en 2012. Roberto trabajó allí desde el primer día, convirtiéndose en 'la experiencia más bonita de mi trayectoria, única e irrepetible'. Aquí la logística es algo complicada ya que se come de pie y sobre una barra en la que se sirven tapas, en este caso asiáticas, con mucho de Castilla y de Galicia. Para conseguir un hueco en ella será necesario estar en torno a una hora antes de su apertura, el motivo es que solo disponen de 20 plazas. En Nakeima se habla alto, se charla con el equipo e -importante- se come con las manos. 
 
El segundo restaurante que visitamos se sitúa en el presente, en el lugar donde trabaja actualmente, Kena de Luis Arévalo. De nuevo volvemos a probar La Cocina nikkei -renovada-, sentados en su barra desde donde se puede ver a parte del equipo en acción. Luis abrió Kena hace dos años, después de pasar por Kabuki o 99 Sushi Bar. Creemos que es una buena idea el acompañar platos, como el Tiradito de jurel o el nigiri de foie con chocolate, con el pisco sour tradicional que, aquí, bordan. 
 
El chiringuito, isla Phi Phi. Viaje al futuro
Y terminamos en la isla tailandesa de Phi Phi, donde Roberto -haciendo realidad su sueño- nos preparará un delicioso ceviche frito elaborado con pescado que él mismo ha capturado. A este chiringuito se puede acudir descalzo y con el bañador puesto si se quiere. Roberto sueña con la posibilidad de que nos topemos con cocineros provenientes de todo el mundo, incluido Adriá, por lo que contar con una cámara de fotos a mano para inmortalizar el momento no es una mala idea.  

A los mandos de  
PLAYSTATION VR
 
Roberto Martínez nos confiesa que su primer contacto 'ha sido una experiencia fantástica, porque no me imaginaba que tuviese un efecto tan real y una definición tan buena'. Uno de sus pasatiempos favoritos son los videojuegos, como ocurre con muchos cocineros, los cuales le han acompañado en sus partidas nocturnas y le han servido de vía de escape tras jornadas lideradas por el estrés. Durante la prueba se ha sentido, por tanto, como pez en el agua, como el tiburón del juego 'Worlds', que casi le come un brazo en crudo.
Consiguió su primera PlayStation con el dinero de su comunión y desde entonces ha pasado de una a otra, 'siempre he sido bastante jugador, desde la Play 1, y ahora, cuando el trabajo me lo permite, me echo una partida con algún amigo al FIFA, que es el que más me gusta. Además, con el modo de juego online lo veo mucho más divertido, más social'. 

Roberto Martínez y Playstation VR