<
>

1+1 = Sara y Pablo

Gracias a la colaboración de Asus esta edición ha salido publicada con dos tiradas diferentes, cada una de ellas con una portada distinta. Ambas han sido realizadas, trabajando en equipo, por la ilustradora Sara Herránz y el fotógrafo Pablo Curto.
En cada una de ellas aparece una de las dos partes en que se puede separar el Asus Tranformer BOOK T100, un dispositivo DOS EN UNO con sistema operativo Windows 8.1 que permite ser utilizado como portátil ULTRALIGERO o como tableta gracias a su pantalla táctil extraíble, lo que potencia un doble uso lúdico y laboral.
Por todo ello Hemos querido que las dos portadas de nuestra edición sean también un híbrido, en este caso entre ilustración y fotografía.

Sara Herranz

¿Qué tal se trabaja con Pablo? Admiro su trabajo desde hace tiempo. Creo que en nuestro trabajo entendemos al mismo tipo de mujer. Y espero que después de esta colaboración se atreva y me pida una cita.
En tus ilustraciones predominan las mujeres. ¿Casualidad? Mi trabajo comenzó como algo muy personal y casi autobiográfico. Creo que por eso dibujo la mujer que me gustaría ser. Ella, como yo, es alguien independiente y que, a pesar de su cinismo e ironía, sigue queriendo enamorarse.
¿Diriges tu carrera profesional en una dirección determinada? Me gusta ser selectiva con las ofertas que recibo. Es una profesión que requiere mucho trabajo que va más allá de la parte creativa y en el que creo que uno, ante todo, deber ser fiel a sí mismo.
¿Referentes en la ilustración? Cuando comencé a dibujar, me encantaba el estilo minimalista de la Valentina de Guido Crepax, y la sexualidad de Milo Manara. Ahora me declaro admiradora del trabajo de Tuchi yayayay, Natalia Swarz, Wasted Rita.
¿La última vez que algo te emocionó? La sensación de tener seguidores que no solo son muy fieles a mi trabajo, sino que son capaces de hacer kilómetros para venir a mis exposiciones y conocerme. Todavía me sorprende y emociona que la gente empatice tanto con mis ilustraciones y quiera tener un “Sara Herranz” en su pared.
¿A mano o a máquina? Suelo trabajar a partir de una idea, un boceto en papel. Posteriormente lo digitalizo y trabajo los detalles y el color.
¿Adicta al móvil o la tecnología? Parte de mi trabajo es usar las redes como medio de promoción, pero no suelo estar muy pendiente del móvil al acabar la “jornada laboral”. En eso soy muy antigua. Prefiero llamar a mandar ocho mil mensajes. En muchas ocasiones, toda esta tecnología lo que hace es alejarnos más.
¿Enganchada a? A la jardinería a nivel principiante (cactus, aloe, y potos), a desayunar en la terraza y al guacamole de marca blanca.
¿Algún proyecto? Tengo ganas de comenzar a mover mi trabajo en otros países, y aprovechar que el lenguaje visual no tiene fronteras.
¿Lo último que has dibujado? Una espalda pecosa quemada por el sol.

saraherranz.tumblr.com

 

Pablo Curto

¿Qué tal se trabaja con Sara? Sara y yo tenemos el mismo discurso, aunque utilicemos medios diferentes, así que genial. Ha sido la primera pero espero que no la última. Le he pedido el número (para cosas de trabajo, claro).
¿Qué significa para ti la fotografía?  Es el medio en el que me expreso mejor, pero la fotografía, per se, me da bastante igual. Quiero decir que no me importa tanto la imagen en sí como lo que provoca, no sé si me explico. Es un soporte para una idea, nada más.
En tus fotos predominan las mujeres. ¿Casualidad? Fue fotografiando a las que fueron mis novias y amantes cuando encontré mi voz. Y eso es lo mejor que me ha pasado nunca. En mi trabajo en moda trato de hacer lo mismo para marcas que comparten mi punto de vista.
¿Por qué elegiste la fotografía de moda? Por descarte. Probé casi todo: a tocar el piano, la guitarra, dibujar, pintar acuarela… fatal. Estuve hasta en una escuela de circo (sé caminar sobre bolas gigantes, no es muy útil, pero nunca se sabe).
¿En qué te inspiras? En las mujeres que fuman, el viento, en Bob Dylan, los cafés al atardecer… en todo lo que me rodea, vamos. Trato de hablar siempre de lo que conozco, creo que es la única forma de ser coherente y auténtico.  
¿Tus fotógrafos favoritos? Me quedo con el trabajo de Billy Kidd y el de Quentin de Briey. Soy bastante “fanboy” de estos dos tipos.
¿Analógico o digital? Para mi trabajo personal, siempre analógico. Le da un valor a cada disparo que lo hace especial, aunque sólo sea por el medio euro que cuesta cada foto. También me gusta que la gente no pueda acercarse a ver qué tal ha salido, eso me pone muy nervioso. Me gusta que no todo sea perfecto.
¿Qué tal te llevas con Instagram? Uso la aplicación a modo de diario personal (@pablocurto), pero sin el rollo selfies, sobre-exposición y todo eso. Creo que es interesante, la gente asume que todo lo que subes es real y que está ocurriendo en ese momento, y esto es algo que ningún otro soporte ofrece y con lo que se puede jugar. Es como añadir la dimensión temporal a la imagen, no sé explicarme, pero ahí hay algo. Pero vamos, que lo que lo peta es el chisme, el mira esta está con este.  
Preparas una exposición… Es una serie titulada Girls Holding Still (http://girlsholdingstill.tumblr.com) en la que retrato a mujeres que me miran durante varios segundos. Es bonito, creo, muy íntimo; espero tener suficiente material para montar algo antes de verano.
¿Algún otro proyecto? Estoy trabajando con SamyRoad en un viral basado en un poema que me leía mi padre cuando yo era pequeño. Y hasta aquí puedo leer.

www.pablocurto.com

Así se hicieron... las portadas de esta edición