<
>
 
Kilómetros de Jazz 
Un viaje en blanco y negro
 
 
Hay lugares que han hecho de esta música una de sus señas de identidad. Ciudades que suenan a noches de saxo, piano y contrabajo, a locales de luz tenue llenos de buena música, cocktails  y humo. Que acogen a grandes músicos de distintos continentes dispuestos a desnudar su alma a través de sus sonidos melancólicos. Lugares que, como Nueva Orleans, donde medio siglo después de su fundación y en un contexto cultural heterogéneo, germinó por primera vez este grandioso género musical, estas melodías son capaces de marcar el devenir de sus calles, negocios y habitantes. Viajamos con Mini Clubman por esta y otras ciudades del mundo que han recogido el testigo de esta meca americana dentro de la historia del Jazz. 
 
NUEVA ORLEANS 
 
La ciudad del lago Pontchartain es la tierra natal de grandes músicos como Louis Armstrong (que da nombre a su aeropuerto), Wynton Marsalis o Harry Connick Jr. y está considerada como 'La Meca del Jazz'. Y aunque se ha convertido casi en un parque temático, aquí se encuentran los mejores clubes: el Preservation Hall, el Patouts o el Palm Court Jazz Cafe. Entre los lugares que hay que descubrir está el Vieux Carré (Barrio Francés), que milagrosamente sobrevivió al huracán Katrina en 2005, la Bourbon y la Royal Street, el French Market, las fachadas coloniales de estilo español. Como no podría ser de otra manera, esta ciudad siguen atrayendo año tras año a miles de turistas motivados principalmente por este tipo de música, que alcanza su momento más álgido en primavera, cuando tiene lugar su fabuloso festival de Jazz.  
 
Los imprescindibles de Nueva Orleans. Pasear por la Bourbon Street, la calle más conocida del Barrio Francés. Aquí hay de todo… Sobre todo restaurantes y clubes de jazz, y por la noche es peatonal. El Mercado Francés, un mercado al aire libre con establecimientos de comida y de vendedores ambulantes, puestos de joyería, fotografía y objetos artesanales a buenos precios y el Cafe Du Monde, una mítica cafetería de 1862 ubicada al lado de este market. Por la noche no puede faltar una visita obligada al Preservation Hall (726, St Peter. Street), el club de jazz más conocido de Nueva Orleans y una muy buena experiencia par los amantes del jazz (curiosamente en este local no sirven bebidas alcohólicas).  Otro 'must' es el tranvía de la calle St. Charles. Resulta ideal para trasladarse al Garden District y disfrutar de sus preciosas mansiones tradicionales sureñas. Nueva Orleans tiene una gastronomía muy variada, en la que destacan platos como el Gumbo, los tomates verdes fritos, los Beignets, el dulce típico de la ciudad o los Po-Boys, sándwiches con carne o marisco en su interior. Vale la pena degustarlos en GW Fins y Meals from the heart café
 
CHICAGO 
 
El cierre por las autoridades de Nueva Orleans del barrio de Storyville a principios del siglo XX supuso un importante contratiempo para los locales de música en vivo y los músicos de jazz como King Oliver, Louis Armstrong, Sidney Bechet, Jelly Roll Morton o Johnny Dodds, entre otros muchos, optaron por trasladarse a Chicago. Por aquel entonces la ciudad disfrutaba de una agitada vida nocturna y resultaba ideal para volver a empezar. Actualmente, si se quiere revivir parte de la esencia de los años dorados hay que ir a Green Mill, pero también a lugares emblemáticos del jazz como Andy’s Jazz Club en River North, Pops for Champagne, The Back Room en Near North Side o el Jazz Showcase, ubicado en South Plymouth Court en la histórica Estación Dearborn, que además es el club de jazz más nómada de Chicago y uno de los más elegantes. En todo caso, la mejor época del año para visitar esta ciudad es durante el Chicago Jazz Festival, que tiene lugar el fin de semana del Día del trabajo, la primera semana de septiembre, y cuyo origen data de 1974. 
 
Los imprescindibles de Chicago. Si lo que andáis buscando son libros las mejores tiendas son Myopic books, una librería de libros de segunda mano y Quimby’s Bookstore, con una gran variedad de comics y fanzines. En el caso de muebles, Modern Times. Y para “de todo un poco” el Broadway Antique Market.  Para comer… Big Star, sus tacos acompañados por una infinita carta de cervezas merecen la pena. Así como Hot Dough’s y sus famosos perritos calientes o The Publican Ideal para el brunch de los domingos.  Por la noche hay que hacer un alto en el camino en New Apartment Lounge, abierto desde 1980 y perfecto para asistir a conciertos de jazz en directo y The Violet Hour y sus ricos cócteles.  
 
MONTREAL 
 
Esta ciudad  francófona cuenta con el festival de jazz más grande del mundo. De hecho, lleva ya tres décadas al pie del cañón y cada año sigue sorprendiendo con sus inconfundibles actuaciones. Por aquí han desfilado grandes como B.B. King, Tony Bennet, Charlie Haden, Diana Krall, Ray Charles, Prince, Norah Jones, Ibrahim Ferrer, Leonard Cohen, Ella Fitzgerald, Paco de Lucía, Aretha Franklin, etc… El festival acoge a unos 30 países, 3000 músicos, 1000 conciertos (muchos de ellos gratuitos) en 15 salas como Le Métropolis o l’Astral y más de 30 escenarios al aire libre, y da la bienvenida cada año a más de 2 millones de visitantes.  
 
Los imprescindibles de montreal. De parada obligatoria es la visita al Mercado Jean-Talon, uno de los lugares con más personalidad de Montreal. Aquí además de degustar auténticas delicias locales podréis comprar productos autóctonos de todo tipo.  En Montreal el café es sagrado y está riquísimo. Dos lugares ideales para tomarse uno es el Café Néve o Kitsuné Expresso Bar.  Si buscáis ir a un sitio con solera, donde disfrutar de auténtica cocina francesa tenéis que ir a L’Express.  Y para vivir una experiencia única… el Bota Bota, un spa en un barco atracado en el puerto. Relax máximo y vistas maravillosas.  Por la noche nada mejor que pasear por la zona de Old Port llena de restaurantes, galerías de arte como la DHC/Art y tiendas de todo tipo como The Pepin Shop. 
 
 
NIZA
 
Es la capital no oficial de la Costa Azul y uno de los lugares donde vivió su momento álgido la Belle Époque. Además de la belleza de sus aguas azules, sus bonitos bulevares y sus palmeras, esta ciudad es una de las mecas para los amantes del jazz, ya que desde 1948 acoge a los más grandes nombres de este género musical en el Place Massena y en el Théâtre de Verdure. Aquí han actuado Ray Charles, Ella Fitzgerald, Helen Humes, Herbie Hancock, Miles Davis y un largo etcétera. 
 
Los imprescindibles de Niza. Las playas de guijarros junto a la Promenade des Anglais, el paseo marítimo donde en su día los aristócratas se paseaban para disfrutar de la brisa marina.  Perderse por las calles adoquinadas del casco antiguo y disfrutar de sus edificios coloristas, de sus iglesias barrocas y hacer un 'break' en la creativa heladería Fenocchio y probar sus helados de tomate, aguacate o cerveza.  El Musée Matisse, que alberga una muestra considerable del pintor.  Disfrutar de una taza de té de calidad a la sombra de la imponente Ópera en Auer Gourmet.  Acabar el día con una cena a la niçoise en la terraza de L’Escalinada a base de la pissaladière (la versión local de la pizza sin tomate y con mucha cebolla), la secca d’Entrevaix (una carne seca con aceite y ajo crudo) y los encornets, calamares rellenos de cardo y arroz.  
 
COPENHAGE 
 
Está considerada como la capital europea del jazz y una de las ciudades mundiales con mayor calidad de vida. Su festival de jazz tiene más de 30 años y en él uno puede encontrar desde el jazz más tradicional a la vanguardia más avezada. Es decir, desde grandes conciertos de figuras internacionales como Tony Bennett, Lady Gaga, Gilberto Gil, Caetano Veloso o Chick Corea hasta decenas de propuestas desconocidas aptas para neófitos y profanos. Para escuchar lo que realmente se cuece hay que rastrear cafés o locales como el Literaturhaus, el PH Cafeen o el 5e-ILK. Pero hay más de cien escenarios diferentes que visitar durante los diez días que dura el festival.  
 
Los imprescindibles de Copenhage. La ciudad destaca por su fascinante arquitectura y un buen ejemplo es el edificio que ganó el premio a la mejor residencia del mundo en 2011, la Casa 8, diseñada por Bjarke Ingels.  Es un 'must' asistir a un concierto en La Fontaine, su mítica sala de jazz o en el Jazzhus Montmatre, uno de los locales con más solera del mundo y hogar de grandes músicos norteamericanos exiliados como Dexter Gordon, Ben Webster o Kenny Drew, tras disfrutar del Tivoli, su maravilloso parque de atracciones.  Si os gusta el café, el de Sort Kaffe & Vinyl está muy bueno y además podréis comprar vinilos de todas las épocas. Por la noche nada mejor que deambular por los barrios de Nørrebro y Vesterbro, donde se encuentra el Meatpacking District, repleto de locales chulísimos como Bio Mio. Para alojarse, el Hotel Central & Café, un mini hotel con muchísimo encanto. 
 
NUEVA YORK 
 
Nueva York es uno de los centros mundiales de este género. De hecho, fue en la Gran Manzana donde nacieron las llamadas Big Bands de los años veinte. Uno de sus máximos exponentes fue Eleanora Fagan Gough conocida como Billie Holiday, quien, junto con Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald, fueron las voces femeninas del jazz clásico más importantes e influyentes. También Duke Ellington alcanzó gran fama con sus sesiones en el Cotton Club de Harlem. Entre sus principales mecas jazzísticas, cabe destacar Village Vanguard, el gran centro de jazz de la 7ª Avenida abierto desde 1925, el Blue Note, que ostenta uno de los puestos de más reconocido prestigio mundial en cuanto a salas de jazz, el Smoke en Upper West Side, donde además de escuchar buena música, se puede disfrutar de una cena deliciosa, el 55 Bar en Greenwich Village o el Arthur’s Tavern, uno de los más conocidos sobre todo porque no cobra entrada y porque lleva abierto ¡más de 70 años! 
 
Los imprescindibles de Nueva York.  Como no podría ser de otra manera Brooklyn es un must si visitáis esta ciudad. Por ello, no podéis dejar de hacer un alto en el camino en Bakery, donde sus dulces y ensaladas están deliciosas, la tienda Urban Outfitters ideal para ir de compras y la Brooklyn Bowl… ¡una experiencia alucinante!  Visitar el parque de atracciones de Coney Island es un planazo. Risas aseguradas y ricos helados de mil sabores, además de poder disfrutar de la playa. Pasear por el Soho y comprar un tentempié en el Sunrise Mart, un mercado chino con take away y con comida muy rica y muy bien de precio.  Por la noche nada mejor que la Fonda Nolita Tacombi: nachos y tacos para chuparse los dedos en una especie de guardacoches con foodtruck y lucecitas verbeneras incluidas. Y después copas en la terraza del hotel Pod 39. Vistas alucinantes.  
 
 

Un viaje por capitales con soul