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Donde hierve la horchata de tu sangre
 
Un témpano es mi dedo cuando baja prendiendo el iceberg de tu desierto
calmando el frío de mi fiebre 
exhalando el vaho de mis avernos.
Será que ya vives en mi frío, 
será que yo huyo a tu calor 
tal vez nieve en verano en Transilvania o en Cuba,
este invierno, ardamos mejor.
En el frío y el ardor se confunden nuestros besos
como el caos, la pasión, la destrucción.
Nadie nos dijo que el amor sea un oxímoron
que confunde el cielo y los avernos.
Abriguemos nuestros sudores cuando el fuego nos haga tiritar el alma.
En un poema incinerado por congelación. 
Al calor de las llamas de unos gélidos versos

*EDITORIAL. Donde hierve la horchata de tu sangre