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David Serrano
El chico prodigio
 
Por Andrés Castaño · Fotos: Billy Elliot. El musical 
 
David Serrano tiene alma de espectáculo. Maestro polifacético de las artes escénicas y audiovisuales, lleva tres años sin parar, encadenando proyectos. Dos producciones teatrales y el gran proyecto: dirigir Billy Elliot. El musical, que se estrena el 5 de octubre en el Teatro Nuevo Alcalá. 
 
Serrano (Madrid ,1975) es director de cine (su primer largo, de enorme éxito, fue Días de fútbol), guionista (suyos son, por ejemplo, los textos de las dos partes de El otro lado de la cama), teatro, musicales y guionista y cuenta con su propia productora, Drive Teatro. Su carrera en los musicales empezó con Hoy no me puedo levantar (2005), el musical de Mecano, cuya historia escribió junto a Nacho Cano. Luego le encargaron escribir un musical de copla, Enamorados anónimos con Dani Sánchez Arévalo y Fernando Castets y Más de 100 mentiras, con las canciones de Joaquín Sabina. 
 
David nos atiende, entre ensayos, en el Nuevo Teatro Alcalá. Y hablamos de proyecto más ambicioso en el que se ha embarcado: Billy Elliot. El musical, que estuvo en cartelera once años en el West End de Londres y cuatro años en Broadway. Llega tras dos años de producción, cerca de cuatro millones de presupuesto y un gran elenco de actores, bailarines y cantantes y una banda de ocho músicos. 
'Me gusta más el musical que la película. La película me parece que es maravillosa, me encanta. Pero el musical tiene algo más. Son los mismos creadores de la película, Stephen Daldry como director, y Lee Hall como guionista, que les dieron dos o tres años más para afinar cosas. Así que creo que es más redondo el musical”, asegura.

¿Ha sido difícil la adaptación castiza? 'El libreto se ha respetado totalmente. Son las mismas escenas, los mismos personajes. Lo que se ha hecho es adaptar los diálogos, para que suenen bien. Se han traducido las canciones, que ha sido la parte más complicada, porque los ingleses tienen muchos verbos monosílabos, y nosotros tenemos muy pocos. Hemos respetado al 100% la métrica y la acentuación, lo que nos ha dado muchos quebraderos de cabeza a la hora de hacer las letras'. 
 
¿Qué ingredientes debe tener un buen musical? 'Que sea una historia que esté bien contada, en primer lugar. Y que las canciones y los números musicales sean atractivos. Luego que la puesta en escena se haga de verdad, que se haga en serio. Que no nos encontremos con actores que hablan como si fueran actores de doblaje de los años 50: que lo hacen todo de mentira y en un código ‘farsesco’. No entiendo muy bien que se siga trabajando así en algunos teatros de este país”.
 
Tu pasión por el musical ¿viene de hace tiempo? 'Viene del cine musical. Desde muy pequeño me gustaron los musicales. Por ejemplo, Cantando bajo la lluvia, Un americano en París… Mi musical favorito es Melodías de Broadway de Vincente Minelli, de 1955. Al teatro musical me acerqué mucho más tarde, ya con veintitantos años. Y fue a partir de que me ofrecieran Hoy no me puedo levantar cuando empecé a investigar más, y a ver cosas. Y en los últimos años cuando he podido he ido al extranjero a ver musicales para mantenerme cerca del género. He hecho viajes exclusivos para ver musicales'. 
 
La escuela de 'Billys'
Es una de las mejores bazas de este proyecto: la escuela de danza: '¡Sabíamos que teníamos que abrir una escuela para formar al elenco de chavales porque Billy tiene que bailar muy bien clásico y claqué, tiene que hacer acrobacias, tiene que cantar muy bien… Y es imposible encontrar a un niño de 13 años con ese nivel. Así que hicimos un casting a 255 niños en abril de 2016 sabiendo que tendríamos que prepararlos durante más de un año. Desde entonces hemos estado dando formación en esas disciplinas. La escuela es como la cantera del musical. Siempre que tengan una serie de condiciones que nosotros consideremos que son aptos para estar ahí. Por ejemplo, tres de los seis Billys que van a estrenar este año no tenían formación de clásico, pero sí vimos que tenían unas condiciones físicas o psicológicas que les permitía afrontar el reto, y que en un año estarían formados'.   
 
Billy y compañía
En toda gran producción no faltan profesionales reputados y nombres conocidos y con gancho como lo son en este caso Carlos Hipólito, Natalia Millán o Adrián Lastra, entre otros, pero los verdaderos protagonistas son los niños y niñas. En el caso de los que interpretarán este año en diferentes fechas el papel de Billy Elliot son Pablo Bravo, Pau Gimeno, Cristian López, Miguel Millán, Óscar Pérez y Diego Rey. Junto a ellos, decenas de niños y niñas forman parte del cuerpo de baile del musical.

El niño prodigio del cine español