Editorial

El regalo perfecto

Por Rubén Arribas.

Ilustración (detalle): Blandine Pannequin, Sea hair.

Quiero regalarte una sonrisa y un amanecer.

Un abrazo profundo envuelto en papel de seda,

como el viento que acompaña la paja al caer

del pino sobre la hojarasca de la tierra mojada.

Sin necesidad de un marco una suave corriente.

Déjate llevar y no digas nada, no digas nada.

Sin buscar la rima obligada, ni por un instante.

Un orgasmo con el alba, un susurro en una noche angustiada.

Un paseo sin envolver en humo sobre un camino blanco.

Un baño en el agua de fondo verde y caricia helada

en la poza que baja de la montaña

para limpiar los vicios malnacidos del resentimiento.

Regalarte lo mejor del niño que aún recuerdo.

Y empezar sobrio de cero, como en un sueño lúcido.

Avanzar y retroceder por la línea del tiempo.

Y cambiar tantas cosas, que de solo pensar, me avergüenzo.

Regalarme a ti muerto por un momento.

Para volver a por ti y decirte que no es cierto,

que tras la muerte existe algo más bello,

que existe siempre, pero al nacer lo enterramos.

Un regalo al fin, que en este mundo nadie más pueda hacerte.