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CINE 
SORRY WE MISS YOU de Ken Loach
El trabajo como metáfora de la muerte

Por Andrés Castaño

Nos contaron de pequeños que el trabajo ennoblece, que dignifica. Pero la realidad es que explota y rompe con la individualidad, con la colectividad y se carga hasta las estructuras más sagradas, las relaciones personales, la familia. El británico Ken Loach ha concebido una filmografía muy social, muy política, denunciando en la mayoría de sus guiones situaciones de abusos, laborales, sociales, políticos. Siempre mostrando problemáticas actuales, vivas y sangrantes. Y el caso de Sorry We Miss You no es ajeno a esa tendencia propia de Loach, que le ha configurado ya un sello personal, su toque particular como autor.

Sorry We Miss You sobrecoge porque se adentra en una familia tipo inglesa de clase trabajadora, gente currante, con valores. Ricky, Kris Hitchen, padre transportista explotado en esa figura de falso autónomo, tan familiar, tan aberrante y tan ilegal que tendría que ser. Ricky tiene que trabajar 12 o 14 horas diarias sin protección por parte de la empresa y aportando su furgoneta. Y Abby, la madre, que trabaja con un cariño y paciencia cuidando a gente mayor y personas dependientes. Los hijos Seb, un adolescente apasionado por el graffiti y que da muestras de crisis adolescente, y Liza, una niña aplicada y que sabe dar pulso a su familia, pero sufre con los conflictos familiares. Esos hijos son espejo de cómo la situación laboral de los padres llega a lo intolerable.

En la familia hay cariño, hay cercanía. Pero también hay desgaste, dudas y hastío.
Sorry We Miss You busca una vida mejor, una vida anterior donde todo parecía más fácil, en un mundo donde el ser humano está relegado al último lugar: antes está el sueldo, sacar el trabajo adelante, pagar el alquiler, las hipotecas o los plazos. No importan las personas. Pero sin esas personas este sistema se hunde. Loach apela a la humanidad, a las personas, frente a un mundo feroz, voraz, que lo engulle todo.

Las interpretaciones están a buen nivel, son muy creíbles, los planos cortos nos meten en la piel del personaje, sobre todo en la piel de Rick y de Abby. Loach practica su cine sin contemplación. Su denuncia, su agitación, hasta su efecto de lágrima y tensión argumental, pero lo hace con honestidad. Planos que muestran esa psicología y lo gris de lo cotidiano. La situación del currante. Y el agobio, la falta de compañerismo, metido en la vorágine parece que solo sirve el “sálvese quien pueda”.

El filme no está al nivel elevado de su anterior película Yo, Daniel Blake (2016), Palma de Oro en Cannes. Pero desprende lucha, pasión y amor. Y sobre todo es un tipo de cine necesario. Muchas críticas le han atacado por ser evidente, por desviarse hacia el golpe de efecto. Por mostrar situaciones que ya conocemos. Pero explicitar este tipo de historias las convierten en más reales. Loach es un cineasta necesario, con una ética elevada, coherente, y dispuesto a señalar las injusticias. Ya solo por eso nos sirve su obra, como remanente para cuestionarse si éste es el mundo que queremos. Cine que quiere cuestionar. Y ya si eso, pasamos a la acción.

Sorry we missed you. Dir Ken Loach. Con Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone, Katie Proctor, Nikki Marshall...
Estreno: 31 de octubre

CINE: Se estrena la nueva película de Ken Loach. "Sorry we missed you"