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  • ESCENA
  • Juana, Fortaleza femenina
  • Por Anabel Poveda

La admiración entre Aitana Sánchez-Gijón y Chevi Muraday es el origen de Juana, un viaje emocional, intenso y duro que nos mete en la piel de cinco mujeres que osaron desafiar al destino. Un nombre en común, cinco vidas, cinco personalidades y una mujer que les presta su cuerpo y su voz. Losdedae firma esta producción que estará en el teatro Español del 4 al 22 de diciembre.

Homenaje, activismo, historia, emociones, denuncia, respeto… Juana es un viaje duro pero gozoso que Aitana Sánchez-Gijón no quiere hacer sola. Ella representa la naturaleza salvaje y profunda de la mujer, el origen, la esencia femenina en un espectáculo multidisciplinar en el que ponen el contrapunto áspero y salvaje Chevi Muraday, Alberto Velasco, Carlos Beluga y Maximiliano Sanford.

Hablamos con Aitana, Chevi y Alberto de este proyecto titánico, de este “monstruo ingobernable”, como lo define su creador, que girará por España los próximos ocho meses.

Tratando de asimilar el inquietante estreno en el teatro Calderón, que para el vallisoletano Alberto Velasco supuso un auténtico viaje a sus orígenes, los protagonistas de Juana esperan impacientes la temporada en Madrid y una gira para la que necesitarán vitaminas, suplementación y mucha disciplina. Si en algo coinciden tres de los protagonistas de Juana es en la profundidad y dureza de un espectáculo que los lleva al límite; una auténtica montaña rusa emocional.

El germen de esta propuesta escénica que se ha fraguado a fuego lento se gestó hace más de tres años. Ver En el desierto, de Chevi Muraday, fue lo que despertó en Aitana Sánchez-Gijón la necesidad de trabajar con el coreógrafo madrileño. “Chevi, hazme bailar”, le dijo, y él recogió el guante. Chevi compartió con ella su interés por los personajes femeninos, históricos o de ficción con destinos escritos y Aitana aplaudió la idea y le regaló el libro Mujeres que corren con lobos. “Ese libro habla de la naturaleza de la mujer, del motor interno femenino y a partir de ahí nos pusimos a investigar y me empezó a emocionar y a inquietar el motivo de que algunas Juanas se comportaran así en su momento, rompiendo las barreras que han construido a la mujer actual. Pensamos en una mujer contenedora de todas esas Juanas que siguen tan vigentes en este momento”, nos cuenta Chevi Muraday. Después de leer e investigar, de ir creando atmósferas, imágenes y fogonazos; de trabajar en el estudio y explorar hasta dónde podía llegar Aitana con el lenguaje de la danza, cinco Juanas se apropian de su cuerpo para expresarse a través del movimiento y la palabra: Juana la Loca, Juana de Arco, Sor Juana Inés de la Cruz, la Papisa Juana y Juana Doña, última mujer condenada a muerte por el régimen Franquista.

De este tiempo de ensayos Aitana destaca el camino recorrido y la evolución que ha experimentado: “Jamás pensé que podría hacer las cosas que hago, pero quien espere verme haciendo piruetas de bailarina contemporánea se va a llevar un chasco, ya que no es esa la idea. Yo me expreso con el cuerpo y ellos bailan, pero sí que creo que hemos encontrado ese lenguaje común que hace que yo esté completamente integrada, que todo tenga el mismo pálpito y nazca de la misma emoción”. Y no es una sensación de Aitana porque tanto Chevi como Alberto señalan la naturalidad y plasticidad de sus movimientos.

Fieles a los orígenes

¿Queda algo del origen después de años de recorrido artístico? Chevi nos cuenta que sigue presente “la honestidad, una forma de trabajar, una identidad propia”. A Aitana le sigue moviendo “la pasión, el mismo deseo de aprender y de alimentarme de todo lo que pueda aportarme cosas, el mismo temblor a la hora de abordar, de subirme a un escenario e intentar dar lo mejor de mí”. Y Alberto asegura que siguen presentes el amor, la inconsciencia y la fe. “El amor tiene que estar en toda creación y más cuando es trabajo en equipo. Sin inconsciencia jamás habría hecho lo que he hecho, es el empujón que te ayuda a salir del miedo, y la fe me hace creer en mí y en la humanidad como grupo, porque creo que podemos cambiar un montón las cosas”.

Aitana la valiente

Si algo se respira entre los protagonistas de Juana es respeto y admiración. Chevi destaca de Aitana “su valentía, su confianza y su buen hacer. Es un ejemplo, es maravilloso trabajar con ella, un placer compartir escena”. Alberto Velasco recalca “su honestidad con el trabajo, la manera de entregarse es bestial, ella se lanza al abismo, sin concesiones, es una intérprete arrojada. Te trata con cariño, con respeto, es autocrítica, escucha, te cuida, te abre las puertas de su corazón… es maravillosa”.

Chevi el oceánico

Con 23 años de compañía a sus espaldas, nada parece resistírsele a Chevi, y así lo ven sus compañeros de reparto. Alberto, con el que ha compartido cientos de funciones y proyectos, no duda en tildarle de titánico. “Me ha sorprendido de nuevo su capacidad oceánica para construir proyectos. Es incansable, inagotable, es una fuente de inspiración alucinante”. A pesar de conocerle desde hace menos tiempo, Aitana confiesa que el proceso de creación de Juana ha sido tan íntimo que ha forjado una relación muy especial entre ellos. “Hay una complicidad, un entendimiento muy profundo. Esta manera de embarcarnos juntos, de tener estas ganas, ha creado una unión muy fuerte”.

Alberto el camaleónico

Aitana ya había trabajado con Alberto en su cortometraje Volcánica, pero confiesa que la cantidad de registros artísticos que maneja no deja de fascinarla. “Es increíble todo lo que es capaz de hacer. Su complicidad con Chevi ha supuesto un anclaje muy fuerte para el espectáculo porque entiende muy bien su lenguaje, suma, aporta y se retroalimentan. A nivel personal me encanta su cercanía, que te hacen sentir como en casa. Es cálido”. Para Chevi “después de tanto tiempo, de haber vivido tanto juntos, todavía me sorprende y aprendo de él. Tenemos una relación muy especial, nos queremos mucho. Cuando le llamé para este proyecto no sabía si le iba a interesar, pero se implicó con entusiasmo desde el primer momento”.

Dedicado a ellas…

Como director, coreógrafo y productor, Chevi deja claro que Juana “es un homenaje”. Para Alberto “representa mujeres inconformistas, luchadoras, rebeldes, transgresoras, que no se conformaron con el presente que les tocó vivir y nos han construido un futuro mejor para todos”. Aitana, que les presta su piel, asegura que “Juana son todas las mujeres anónimas que se han salido del molde, que han roto barreras, que no se han conformado con lo que les han contado. Son el símbolo de todas esas mujeres que a lo largo de la historia han creado ese entramado que nos lleva hasta el día de hoy, con todos los límites que sufrieron y que todavía seguimos arrastrando”.

  • Juana. Del 10 al 22 de diciembre en el Teatro Español de Madrid. Entradas a la venta en este enlace.

 

ESCENA: Juana, Fortaleza femenina