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Imagen de ensayos de “El mal de la juventud”. Teatro de la Abadía.

Andrés Lima

Trabajo y azar

Es la conexión neuronal del grupo teatral Animalario. Discípulo de la irreverencia. Y teórico del arte de la provocación. Dispara bombas de racimo contra la intolerancia y su poética teatral destroza corazones de metacrilato. Enfrentó a España con el guión de los Goya en 2003 y agotó las lágrimas con su montaje de Urtain. Andrés Lima prepara el estreno de Falstaff -personaje de la obra Enrique IV de Shakespeare- en el Centro Dramático Nacional y desafía la cordura del cine. 

¿Los principales atractivos para seleccionar un proyecto? Seducción a primera vista o dinero. Pero soy incapaz de aceptar un trabajo que me disguste. No por capricho, sino porque no sería capaz de defender la obra. Sería una estafa. Las obras que yo decido poner en escena suelen atraerme porque el texto coincide con un deseo, un miedo o un anhelo, con el que me identifico de alguna forma.

¿Es más caótico o estructuralista en el momento de crear? Es una lucha equilibrada entre los dos términos. En un primer momento me dejo llevar por impulsos, deseos, primeras impresiones y profundizo en las partes que más me han impactado. En ese plan soy caótico. Pero cuando empiezo a trabajar ordeno el caos. El proceso creativo es como desnudar a una cebolla. Intento profundizar en cada capa. Mi corazón es más impulsivo a la hora de afrontar la escena. Pero el tiempo y el imprescindible trabajo de mis colaboradores ordenan el puzle...

¿Dirigir la obra de un autor vivo implica mayor responsabilidad? La ventaja de versionar a un autor vivo es que puedes comunicarte con él. Pero hablar de un autor muerto es un error. Importa la obra. Y la obra trasciende al autor. Está viva. Tiene personalidad propia. Debes relacionarte de forma estrecha con el contexto y contenido del discurso hasta descubrir qué era lo que el autor nos quería contar, transmitir, explicar...

¿El teatro debe hacer preguntas o ofrecer respuestas? Es interesante ser partícipe de un teatro que formula preguntas...

¿La salud creativa sufre la escasez fondos? La falta de presupuesto, sobre todo, vacía los bolsillos y mosquea a los más pobres. En el terreno teatral, excepto el microcosmos burgués, los artistas siempre nos hemos reinventado para conseguir desarrollar los proyectos. Es cíclico y crónico. El espectador sostiene el teatro, no cabe duda. Pero detrás de cada espectáculo hay un trabajo de funambulismo presupuestario muy importante. Y eso lo hace menos libre.

Urtain es el drama de un personaje que decide suicidarse cuando la gente deja de vanagloriar sus éxitos y cae en el olvido. ¿Animalario podría sufrir la misma suerte? Urtain consiguió nueve Premios Max en la pasada edición y batió récord en taquilla. Espero que no... Pero no me preocupa demasiado. Es importante no perder la humildad. El éxito es un reconocimiento al trabajo bien hecho. Pero también influye el azar.

Proyecta el rodaje de una película guionizada de Juan Cavestany, autor de Urtain. Es un despropósito de guión que tratará sobre los agujeros espaciotemporales entre Adolf Hitler y el Cid Campeador.

¿Sus referentes cinematográficos? Martin Scorsese  y Fritz Lang.

¿Un autor por versionar? Ramón María del Valle-Inclán.

Texto: Rebeca Queimaliños. Foto: Ros Ribas / imagen de ensayos de El mal de la juventud, de Ferdinand Bruckner. Dirección: Andrés Lima. Producción: Teatro de La Abadía. Del 14 de octubre al 28 de noviembre.

Andrés Lima: trabajo y azar